El Presidente cuestionó la decisión de Estados Unidos de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Además, invitó a Biden a la próxima reunión de la Celac y propuso organizar mundialmente la producción de alimentos.
El presidente Alberto Fernández brindó un duro discurso durante la Cumbre de las Américas al referirse a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, países que no fueron invitados en medio de las denuncias por la violación a los derechos humanos. “Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas”, lamentó en su exposición. Por otro lado, invitó a su par de Estados Unidos, Joe Biden, a la próxima reunión de la Celac y propuso organizar mundialmente la producción de alimentos.
El Presidente lamentó que que no estuvieran “presentes todos los que debíamos estar, en este ámbito tan propicio para el debate”, en clara referencia a Cuba, Venezuela y Nicaragua, países que no fueron invitados a la Cumbre de las Américas por las denuncias de la violación sistemáticamente los derechos humanos en sus países y no cumplir con los estándares más básicos de una democracia.
“Desde la periferia en la que nos colocan, la América Latina y el Caribe miran con dolor el padecimiento que sobrellevan pueblos hermanos. Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la Guerra Fría y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas”, agregó Fernández en su discurso.
Según consideró, “con medidas de ese tipo se busca condicionar a gobiernos, pero en los hechos solo se lastima a los pueblos”. “Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad”, agregó.
En su alocución, interpeló directamente a Joe Biden y recordó que los años de Donald Trump “estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por la administración que lo precedió. Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen”. Además, invitó al mandatario estadounidense a participar a la próxima reunión de la CELAC: “Sueño que en una América fraternalmente unida, nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, a la tierra, al techo y a un trabajo digno”.
“La intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional, fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia. Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino”, alertó.
“El mundo está siendo amenazado por oportunistas del odio que siembran desánimo en pueblos muy golpeados por la pandemia. Es hora de enfrentarlos. América Latina y el Caribe saben de la necesidad de la integración como una condición básica para lograr el desarrollo”, consideró Fernández.
Al referirse a la invasión de Rusia a Ucrania y las consecuencias en la producción de alimentos, propuso “dos grandes objetivos: organicemos continentalmente la producción de alimentos y proteínas y desarrollemos nuestro enorme potencial energético y de minerales críticos para la transición ecológica”.
También aprovechó para referirse al cambio climático: “El Caribe lo padece de modo dramático y no hay tiempo para esperar respuestas. Somos acreedores ambientales. Aportamos oxígeno al planeta y no somos responsables de emitir los gases que provocan el efecto invernadero. La injusticia ambiental que vivimos destruye nuestro continente. Debemos enfrentar la transición ecológica contando con auxilios financieros suficientes que movilicen la innovación con justicia social”.
“Argentina es un país pacífico. Seguimos reclamando por las vías diplomáticas los legítimos derechos que nos caben sobre nuestras Islas Malvinas. Seguimos confiando en el diálogo. Tras la tragedia de la pandemia, observamos a las guerras como el triunfo de la insensibilidad humana”, agregó.