Se trata de una experiencia impulsada por la Municipalidad junto a jóvenes de diferentes barrios del Norte santafesino.
Desde esta mañana, el Vivero Municipal “Ingeniero Lorenzo Parodi” se amplió, gracias al trabajo del municipio con jóvenes que se capacitaron, se formaron y hoy cosechan los frutos de ese esfuerzo. Se trata del primer Vivero Barrial -ubicado en una parcela del Parodi- que se lleva adelante con jóvenes referenciados en la Estación Facundo Zuviría, del barrio Pompeya.
Ayelén Dutruel, secretaria de Integración y Economía Social de la Municipalidad, repasó que la idea de los Viveros Barriales surgió a través de la articulación de las secretarías de Integración y la de Ambiente “como una manera de brindar alternativas laborales a los jóvenes de las Estaciones. Una de esas alternativas se concretó en esta iniciativa que genera un círculo virtuoso de formación, capacitación y la comercialización en el marco de la economía social y popular”.
En esta primera instancia se trabajó junto a cinco jóvenes de Pompeya y otros cuatro de Yapeyú. “El municipio acompañó el proceso de capacitación a este grupo, en el cual había algunos con experiencia y otros que recién comenzaban a tomar contacto con la tarea y, en ese marco, se acompañó y fortaleció todo el proceso de capacitación”, expresó Dutruel.
El objetivo del municipio es que los viveros barriales se repliquen en otras Estaciones. “Es un proyecto transversal, iremos trabajando para poder vincular la trayectoria formativa, educativa, con la resolución del empleo de los jóvenes, que es una preocupación que tenemos desde la Municipalidad”, concluyó la funcionaria.
Viverista
Gabriela es una de las participantes de las capacitaciones impulsadas por el municipio y hoy puede ver los frutos de la inauguración del primer vivero barrial. “Estamos aprendiendo un oficio, es una experiencia muy linda”, indicó la vecina y añadió: “La experiencia es muy interesante para un futuro trabajo, para producir y vender”. En esa línea, Gabriela destacó que eligió concretar esta experiencia con el objetivo de aprender y, quizás, tener una salida laboral a futuro. Y para el día a día”.
Por su parte, Carlos Chiarulli, subdirector de Ambiente, fue el encargado de brindar las capacitaciones. “Nos preocupa mucho generar capacidades nuevas en los jóvenes. El objetivo es que aquellos que terminen el proceso estén especializados en viverismo y en jardinería”, destacó el funcionario.
Cabe consignar que los entrenamientos tienen dos etapas: por un lado, la de formación y capacitación que brinda la Municipalidad. Y, por otro lado, es fomentar y acompañar a aquellos jóvenes que quieran impulsar sus proyectos. Una de las alternativas es que puedan desarrollarse en unidades productivas de la economía social.
Empleo y capacitación
Los talleres promueven la generación de empleo verde para jóvenes con formación de oficio calificado en vivero forestal. De esta manera, los integrantes de los viveros barriales aprenderán desde recolectar la semilla hasta producir el árbol y armar un vivero.
Una vez llegada la instancia de formación del vivero, se selecciona de forma conjunta el espacio para su instalación y el municipio otorga herramientas y primeros plantines para la producción del vivero. Si bien la producción forestal es un objetivo con venta al año de iniciado el proceso, los jóvenes viveristas van a sostener el emprendimiento con producción de plantines de especies ornamentales y aromáticas, que son de ciclo rápido de producción y venta.
La producción forestal podrá ser adquirida por la Municipalidad para anexarla al vivero de recría. El segundo año puede incrementarse la producción de especies forestales.