Se trata de una iniciativa impulsada por la Municipalidad y organizaciones de la economía social para garantizar espacios de comercialización de sus productos a precios justos. Se ofrecen carne, productos de almacén, de panificación y verduras.
A raíz del distanciamiento social dejaron de funcionar las diferentes ferias que habitualmente se realizaban en la capital provincial. Atentos a las dificultades que el cierre de estos espacio ocasiona para los trabajadores, la Municipalidad diseñó alternativas de acompañamiento para que la producción y comercialización de diferentes insumos continúe y esas familias puedan seguir contando con su sustento. Además, de esa manera, se garantiza que en el mercado existan productos de consumo básicos a un precio justo.
En ese marco, el Mercado de Consumo santafesino ofrece alimentos de primera calidad a muy bajo costo. Mariano Granato, secretario de Integración y Economía Social municipal, destacó que el objetivo de esta propuesta -que se articula con organizaciones de la economía social- es “garantizar la asistencia a algunos sectores que han visto interrumpida la posibilidad de obtener recursos de su trabajo, dado que el distanciamientos social tiene un impacto mayor sobre los trabajadores de la economía informal”.
“Para ellos, la Municipalidad implementó distintas acciones: una de ellas es garantizar espacios de comercialización teniendo en cuenta que desde que comenzó el aislamiento no están funcionando las ferias”, indicó Granato. En consonancia, el Mercado de Consumo es una alternativa que garantiza que “los trabajadores que realizan productos alimenticios puedan seguir generando posibilidades de comercialización y, a su vez, facilitar el acceso a los vecinos y vecinas a un precio justo en las diferentes ramas que el mercado acerca al vecino”, añadió Granato.
Sin filas y por WhatsApp
Cabe destacar, que la Municipalidad prevé que se garanticen las medidas de distanciamiento social que se llevan adelante en la ciudad de Santa Fe de acuerdo a lo dictado por el gobierno nacional. En tal sentido, semanalmente se realiza una preventa de las opciones ofrecidas. Posteriormente, los días miércoles se reparte casa por casa la mercadería elegida previamente o bien se dispone un punto de encuentro donde puede ser retirada. En ese sentido, la Municipalidad garantiza la distribución de estos productos, que van desde artículos de almacén, frutas y verduras hasta carnes y panificación.
En todos los casos son productos se comercializan a precio justo. “La economía social no solo genera puestos de trabajo y sostiene algunas economías familiares, sino que también sirve para marcar la referencia de cuánto deben valer los productos en los mercados comunes”, señaló Granato.
Volver a producir
Sergio Vitale, integrante de la Unión de los Trabajadores de la Tierra, cuenta que “los que vivimos del día a día nos tuvimos que reinventar con la cuarentena. Para los trabajadores que no tenemos relación de dependencia es importantísimo volver a trabajar. Implementamos este sistema de preventa de mercadería porque participábamos de ferias que hoy están cerradas. Así que tuvimos que salir con otras propuesta acorde a la situación”.
Por otra parte, Vitale destacó la importancia del acompañamiento de la Municipalidad e indicó que es fundamental el apoyo de los vecinos: “La difusión de esta nueva manera de comercializar nos ayuda mucho. Estamos trabajando en conjunto con la Municipalidad, nos dan una mano muy grande para poder encarar esta nueva dinámica. Y nos permite tener más herramientas y ser un poco más visibles. Eso nos hace pensar en crecer un poco más a todos los trabajadores de la economía social”.
Los hacedores
Los trabajadores que se suman al Mercado de Consumo santafesino son: La Unión de los Trabajadores de la Tierra (UTT), Cocina Poderosa, las cooperativas Buen Vivir y San Jorge, además se incorporaron distintas unidades productivas que van a hacer el pan, como la panadería Puentes, panificadoras nucleadas en la CTA barrial, entre otros emprendimientos que habitualmente trabajaban en ferias. “La Municipalidad sigue acompañando a los trabajadores de la economía social y popular para que puedan seguir generando trabajo y recursos para esas familias, pero también productos de calidad a precio justo”, consignó Granato.
Cabe señalar que los productos que se detallan a continuación son los que se entregaron el miércoles pasado. Si bien el objetivo del Mercado es no remarcar los precios, estos dependerán en gran medida del costo de los insumos. Hasta el momento, los productos que se ofrecen son: carne vacuna a excelentes precios; para tener una referencia, la semana pasada se comercializaba el asado a 250 pesos y el vacío a 270 pesos. Por cuestiones sanitarias, los productos de carnicería deben ser retirados por los vecinos en un local ubicado en Blas Parera al 9326. Previamente se debe hacer el pedido al (342 6128533) y retirarlo por el salón.
Además se ofrecen bolsones con productos de almacén (aceite, yerba, azúcar, puré de tomate, fideos, harina, arroz y arvejas). Los precios van desde los 400 hasta los 600 pesos, depende el tamaño, y el contacto es 342 4237681.
Por otro lado se ofrecen dos bolsones de verdura. El chico (acelga, berenjena, cebolla, rúcula, calabaza y chaucha, a 280 pesos) y el grande (que a lo productos mencionados se agregan choclo, achicoria, verdeo y perejil, 380 pesos). El número de contacto para realizar la preventa, que los días miércoles se distribuirá casa por casa es: 342 4187860.
Por otra parte, hay una gran oferta de productos de panificación desde pan casero hasta fugazzas, facturas, 120 pesos la media docena y empanadas, 300 pesos la docena hechas con masa casera (342 5403802). Otro contacto para agendar (342 5013341) son las prepizzas grandes de tomate que se venden en paquetes de a 2 a 100 pesos y las pizzetas, también por 2 a 50 pesos.
Por último, también se dispuso la preventa de roscas de pascuas, con crema pastelera y coco rallado o cobertura de chocolate y fruta a 200 pesos. El contacto para encargar las roscas es: 342 4077870.
La Municipalidad proveyó de insumos para que se pongan en marcha unidades productivas que, habitualmente, realizaban productos de panificación y estaban sin producir debido a que la cadena de los insumos estaba parada.