Por Martín Sperati
La Municipalidad de Santa Fe, bajo la gestión del intendente Juan Pablo Poletti, enfrenta una problemática que afecta directamente la calidad de vida de sus vecinos: el caos en el tránsito, fundamentalmente en la zona céntrica. La raíz de este problema radica en la realización de trabajos de bacheo sin una planificación adecuada.
Cada día, las calles parecen transformarse en un escenario de caos vehicular, donde se generan importantes cuellos de botella que dificultan la circulación normal. La falta de coordinación en la ejecución de obras de reparación de calles ha provocado una interrupción constante del flujo vehicular, generando demoras, frustración y riesgos para los conductores y peatones.
Este tipo de acciones improvisadas, sin un plan estratégico ni una planificación lógica, no solo perjudican la transitabilidad, sino que también reflejan la falta de una visión integral para ordenar el tránsito y mejorar la infraestructura urbana. Es imprescindible que la gestión municipal priorice la organización y planificación para evitar que las obras programadas terminen siendo un obstáculo más que una solución.
La ciudad de Santa Fe requiere de acciones coordinadas y responsables que prioricen el bienestar de sus habitantes. La improvisación ya no puede ser una excusa para una gestión que, a pesar de sus esfuerzos, parece perderse en soluciones temporales que agudizan los problemas en lugar de resolverlos.
