El edificio no está en las mejores condiciones. Además, el poco personal tiene que controlar a 16 personas detenidas, pese a que hay lugar para 5.
En siete días se sucedieron dos episodios de robo violento en viviendas de barrio El Pozo. Los delincuentes se llevaron todo y no dejaron nada a su paso. Es por eso que vecinos y vecinas reclaman por más seguridad, habida cuenta de que no observan policías que patrullen la zona.
Para dar un ejemplo de lo descuidado que está el barrio en términos de seguridad, hay que acercarse hasta la comisaria 25 y hacer algunas preguntas: hay sólo cuatro personas de día y una sola para el turno noche. Las instalaciones son precarias, hay goteras y un marcado estado de abandono. A esto se le suma que se encuentran 16 personas detenidas, cuando todos sabemos que las comisarias no son espacios para alojar personas en esa condición.
El personal policial cuenta con poco recurso, tanto humano como logístico y eso complica el desenvolvimiento para dar respuestas a las demandas que plantean los vecinos de la zona. A eso se le suma que hay un sólo móvil policial, relativamente nuevo, pero no alcanza para recorrer las cuadras de un barrio que ya tiene con más de 15 mil habitantes, según el último censo.
