Este jueves por la mañana, Franco fue imputado por “doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego” en medio de una audiencia atravesada por protestas que clamaban por su liberación. Su mamá aseguró que fue defensa propia: “Salió a trabajar, no a matar”
Este jueves por la mañana, Franco, el remisero policía que el martes por la noche mató a dos presuntos ladrones en el límite entre Santo Tomé y Sauce Viejo fue imputado por “doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego” en medio de una audiencia atravesada por protestas que clamaban por su liberación. La audiencia de prisión preventiva será el próximo sábado 22 de agosto en horario a confirmar, pero los familiares y amigos de Franco ya preparan una nueva manifestación para este viernes.
“Franco salió a trabajar, no a matar”, dijo Silvia, su mamá a la salida de la audiencia, en contacto con la prensa. Lo mismo se leía en los carteles de muchos que se acercaron a acompañar a la familia.
Para Silvia, si su hijo no se defendía, lo mataban; sobre todo si los presuntos delincuentes se enteraban que era policía. “Es un trofeo de guerra para ellos”, señaló y advirtió que todavía tiene marcado el cuello uno de los cuchillos con los que lo amenazaron.
Franco tiene 27 años y hace cinco es policía pero también trabaja como remisero para sumar algunos pesos a su sueldo. Fue arriba del auto cuando dos personas intentaron robarle.
Según señaló el abogado defensor Ramiro Díaz Duarte a radio SOL 91.5, Franco declaró que “tomó un pasaje que le fue comisionado por la central de la remisería”, que los pasajeros le cambiaron el destino sobre la marcha y que cuando llegaron a un descampado lo amenazaron con dos cuchillos: en la espalda y el cuello.
“En esos momentos, él portaba su arma reglamentaria. Es zurdo con lo cual se da vuelta y se defiende de este asalto que se estaba cometiendo porque en ese momento, cuando escuchan el accionar del arma, no sabe quién manifiesta «matalo, está enfierrado». Todo fue en el interior del vehículo“, completó el defensor.
