El Intendente Emilio Jatón, recorrió el espacio colaborativo cuyo objetivo tiene como fin fabricar unas 1200 mascarillas.
Con el objetivo de ayudar ante la emergencia sanitaria, es que en la sede de Capital Activa un grupo de emprendedores trabajan en la confección de máscaras protectoras para los trabajadores municipales. Hasta el momento, ya fabricaron 300 y la meta es llegar a hacer unos 1.200.
El Intendente, Emilio Jatón celebró el trabajo colaborativo de este espacio ante la situación que atraviesa la ciudad a partir del Covid-19. La producción de mascarillas, encabezada por Camila Picco, tiene como fin abastecer en cantidad y con el menor tiempo posible, en el que también piensan alcanzar a sectores prestadores de servicios públicos y a la ciudadanía en general.
En el espacio de fabricación digital de Capital Activa hay una cortadora láser con la cual se hacen las vinchas y luego se coloca un protector que es de acetato transparente y un elástico para sostener la máscara en la cabeza.
El secretario de la Producción y Desarrollo Económico del municipio, Matías Schmuth destacó que “lo que busca Capital Activa es lograr esas sinergia entre público y privado para que se puedan obtener buenos resultados y trabajar asociadamente entre este sector de emprendedores que es pujante en la ciudad y la región”. Vale destacar que la Municipalidad aporta los materiales y máquinas y los emprendedores el diseño y su tiempo.
Desde Capital Activa surge el proyecto de crear un laboratorio que va a contar con equipamiento de distintas características para que puedan capacitarse y trasladar sus conocimientos a otros. En este caso, con el diseño de Camila se hicieron estas máscaras; y ella también forma parte de un grupo de unos 15 emprendedores que están conectados para poder ayudar y ser solidarios en esta situación.
Paso a paso
Camila Picco explicó cómo se elaboran estas máscaras en un proceso de varias etapas. La primera consiste en usar la cortadora láser para obtener la parte superior de la máscara que se denomina vincha, y que tiene un sistema de encastre para luego colocar la barrera protectora que es de acetato transparente.
Se coloca el acrílico en la máquina y se da la orden del diseño a aplicar que previamente se hace en un programa especial de computadora. La cortadora aplica el dibujo establecido y ya está listo para seguir con el próximo paso. Se trata de un proceso más rápido que las impresoras 3D.
El segundo paso es cortar el acetato transparente con el largo y ancho correctos para cubrir la cara; y luego encastrarlo en la vincha. En tercer lugar, se le coloca un elástico para sostener la máscara en la cabeza.
Una vez armado y, para finalizar, se adhiere un instructivo sobre cómo se coloca y qué materiales posee, además de consejos preventivos.