El año sigue terminando con muchos puntos muertos en la guerra entre Israel y Hamás, entre otras cosas porque hay muchas situaciones abiertas: aún no se ha alcanzado un acuerdo de alto el fuego capaz de detener la guerra en Gaza y liberar a los rehenes israelíes; el norte de la Franja de Gaza es el foco de la actual operación de Israel; y los hutíes en Yemen son ahora una preocupación real para el gobierno israelí.
El ejército israelí ha llevado a cabo ataques aéreos contra las instalaciones del antiguo hospital Al-Wafa de la ciudad de Gaza, en el norte del enclave.
La prensa palestina informa que siete personas murieron. El ejército israelí sostiene que se trata de miembros de la unidad de defensa antiaérea del batallón Shejaiya de Hamás, que operaban desde la estructura del hospital, dado de baja.
Según el ejército, los miembros de Hamás utilizaban el centro de mando del hospital para planear y llevar a cabo ataques contra las tropas que operaban en Gaza.
Israel también clausuró las operaciones en el hospital Kamal Adwan, en el norte de la Franja de Gaza. El asalto al hospital llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a emitir un comunicado. La OMS se mostró “horrorizada” por el asalto al hospital y afirmó que el asedio ponía “en peligro la vida de los 75.000 palestinos que permanecen en la región”.
Según el ejército, en la redada fueron detenidos 240 miembros de grupos extremistas, quince de los cuales habrían participado en los atentados del 7 de octubre de 2023.
Entre los detenidos se encuentra el director del hospital, Hussam Abu Safiya. Israel cree que también es sospechoso de ser un operativo de Hamás. Según la Organización Mundial de la Salud, los pacientes y trabajadores de Kamal Adwan han sido trasladados al Hospital Indonesio de Beit Lahia, también en el norte de Gaza.
El sábado, tras el lanzamiento de dos cohetes contra Jerusalén desde el extremo norte de Gaza, el ejército israelí ordenó a la población civil que abandonara Beit Hanoun, que está junto a Beit Lahia.
El domingo, grupos palestinos dispararon cinco cohetes contra Israel desde el norte de Gaza. Dos de los cohetes fueron interceptados por Israel, mientras que los otros tres cayeron en zonas abiertas.
Debido a ello, según Israel, el ejército ha lanzado otra advertencia a los civiles palestinos: deben abandonar una amplia zona cercana a Jabalia, en el norte del territorio, y deben desplazarse de nuevo, ahora a refugios situados en la ciudad de Gaza.
Según fuentes militares, el ejército lleva operando en Jabalia desde principios de octubre y se enfrenta a la resistencia de las células de Hamás que quedan en la zona. Según estas fuentes, las fuerzas israelíes están a punto de completar su misión en Jabalia.
Los palestinos acusan a Israel de querer vaciar el norte de la Franja de Gaza para establecer una zona tampón e impedir el acercamiento de la valla que separa ambos territorios, con el fin de evitar que vuelva a producirse una situación similar a la invasión de Hamás del 7 de octubre de 2023. Israel rechaza la acusación.
Dudas sobre el alto el fuego
En las últimas dos semanas, había cierto optimismo sobre un acuerdo. Ahora, Israel y Hamás se culpan mutuamente del estancamiento, aunque las negociaciones continúan en Catar, pero sin la presencia de una delegación israelí.
Fuentes egipcias citadas por el canal catarí Al-Arabia afirmaron que el proceso de negociación podría fracasar debido a la obstinación israelí. Según estas informaciones, Egipto y Catar acusan “a la jerarquía política israelí de impedir las visitas de altos funcionarios de seguridad israelíes a El Cairo y Doha”. Y afirman que las negociaciones podrían fracasar definitivamente si Israel no cambia su planteamiento.
El gobierno israelí, por su parte, afirma que uno de los principales problemas en este momento es la negativa o incapacidad de Hamás para elaborar una lista con los nombres y el estado de salud de los rehenes israelíes cautivos desde el 7 de octubre del año pasado. La mitad de ellos han muerto.
El periódico qatarí Al-Arabi Al-Jadid cita a una fuente de Hamás que afirma que la comunicación con los demás grupos extremistas palestinos es difícil. Aunque Hamás es el principal interlocutor de Egipto y Catar en las negociaciones, los rehenes se han repartido entre otras organizaciones, como la Yihad Islámica palestina.
“Hamás insistió durante las negociaciones en que estaría dispuesto a facilitar una lista completa de los secuestrados con vida después del alto el fuego”, dijo esta fuente.
Israel quiere recibir una lista antes de que se firme el acuerdo de alto el fuego.
Otro miembro de Hamás asegura que el grupo ha proporcionado una lista con los nombres de los rehenes vivos, afirmación negada por Israel. Esta misma persona afirma que, a pesar de ello, existen dificultades para contactar con los otros grupos que retienen a los rehenes.