Es por un audio en el que supuestamente habría organizado manifestaciones. El ex presidente dice que la conversación fue alterada y ni siquiera lo notificaron.
La fiscalía de Bolivia acusó a Evo Morales de supuestos delitos de terrorismo y pidió su detención preventiva, mientras se encuentra en Argentina con status de refugiado a la espera de las elecciones presidenciales de su país, previstas para el 6 de septiembre.
La acusación fue informada por la Comisión de Fiscales Anticorrupción este lunes y se basa en un audio sobre un diálogo con el dirigente cocalero Faustino Yucra en el que llamaba al cerco a las ciudades y el supuesto bloqueo de alimentos durante los 21 días de paro después de las elecciones de octubre de 2019.
El audio fue presentado por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo el 20 de noviembre, mezcla frases que infieren el intento de ingresar comida a las ciudades y bloquear el acceso emitidas desde México, donde se refugió ni bien salió del país.
“De manera ilegal e inconstitucional, la Fiscalía de La Paz pretende imputarme por terrorismo con un audio alterado y sin ser notificado, una prueba más de la sistemática persecución política del gobierno de facto. Pronto volverá la democracia y el Estado de Derecho”, posteó el ex mandatario.
El audio pasó por una pericia informática en el Cuerpo Técnico de Investigación del Ministerio Público de Colombia, que concluyó que existe “una alta probabilidad de identificación de la voz” de Morales, informó la fiscalía.
Menos diplomáticos fueron sus abogados de Morales, Raúl Ferreyra y el ex juez de la Corte Raúl Zaffaroni. “Las pruebas no existen, la acusación fiscal es un disparate igual que el pedido de detención. No hay cargo penal alguno que deba incriminar a nuestro defendido”, señalaron en un comunicado.
Yucra fue enviado bajo detención preventiva a un penal de Santa Cruz de la Sierra, donde fue detenido en abril, por acusaciones de terrorismo y sedición dentro de este mismo proceso judicial.
El 18 de diciembre la fiscalía había emitido ya una orden de arresto bajo los cargos de “sedición, terrorismo y financiamiento de terrorismo”, que ahora se materializó con un pedido de la la Comisión de Fiscales Anticorrupción.
Morales aterrizó en Argentina el 12 de diciembre tras haber pasado casi un mes en Ciudad de México, gracias al asilo político otorgado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le facilitó un avión y un “refugio”, cuya dirección se mantuvo siempre en secreto.
Desde ese momento permanece en el país, donde antes de la pandemia hacía campaña por las provincias a la espera de la elección de Bolivia, que iba a ser el 3 de mayo y se pasó a septiembre.
