Las Fuerzas de Defensa israelíes bombardearon más de un centenar de objetivos en el sur y norte de la Franja. El gobierno de Netanyahu suspendió la ayuda humanitaria y cerró los cruces fronterizos. Autoridades palestinas denuncian al menos 14 muertos y decenas de heridos
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron este domingo una nueva serie de ataques aéreos contra posiciones de Hamás en el sur de la Franja de Gaza, tras acusar al grupo islamista de violar el alto el fuego vigente desde el 10 de octubre.
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Según un comunicado oficial, la ofensiva fue encabezada por el Comando Sur de las FDI “luego de una violación del cese al fuego”. El canal estatal israelí Kan informó que entre los blancos atacados se encontraban túneles utilizados por Hamás para retener rehenes, mientras que el Canal 12 precisó que 104 objetivos fueron alcanzados durante la jornada.
El ejército israelí indicó que los bombardeos comenzaron luego de que milicianos de Hamás lanzaran un misil antitanque y abrieran fuego contra tropas israelíes que desmantelaban infraestructura en Rafah, al sur del enclave.
Tras el ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu mantuvo reuniones con el ministro de Defensa, Israel Katz, y con altos mandos de seguridad, a quienes instruyó a “actuar con fuerza” contra los objetivos de Hamás. Además, ordenó suspender la ayuda humanitaria a Gaza hasta nuevo aviso, mientras que la dirigencia política dispuso el cierre total de los cruces fronterizos.
Del lado palestino, fuentes médicas informaron que los bombardeos dejaron al menos 14 muertos y decenas de heridos. El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmoud Basal, dijo a la agencia Xinhua que los equipos de rescate “han respondido desde temprano en la mañana a más de 20 llamados de auxilio”, y precisó que entre las víctimas hay “mujeres y periodistas”.
Basal denunció que los ataques israelíes alcanzaron zonas civiles, una cafetería, una villa y tiendas de campaña de desplazados, lo que provocó derrumbes parciales e incendios, y advirtió que las operaciones de búsqueda se realizan “en condiciones extremadamente difíciles por la falta de combustible y equipamiento”.
Israel y Hamás se acusan mutuamente de romper el alto el fuego, mediado por Egipto, Qatar y Turquía, con apoyo de Estados Unidos. El acuerdo incluía la suspensión de hostilidades, el intercambio de prisioneros, la retirada de tropas israelíes en áreas específicas y la entrada de ayuda humanitaria y combustible para sostener la asistencia médica y de rescate en la Franja.
