La situación se debe, en su mayoría, a la “vuelta a la normalidad” de varias familias tras el fin del confinamiento estricto.
Tras el relajamiento de la cuarentena obligatoria y estrica, varias familias debieron volver a poner en marcha su rutina: ir al colegio, trabajar en la oficina y demás actividades.
Por esa misma razón, el tiempo en casa comenzó a ser menor y algunas familias que habían comprado cachorros en la cuarentena decidieron llevarlos a refugios o hasta volver a ponerlos en venta.
Esto, según se reportó, ocurre en Gran Bretaña, donde se volvió a la cuarentena estricta hasta mediados del mes de febrero, y se trata de perros muy, muy jóvenes: entre seis meses y un año de edad.
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De acuerdo a lo informado, en los anuncios de sitios web de venta de perros, los principales argumentos de los vendedores son tres: no tener el dinero para costear el mantenimiento de la mascota; no tener tiempo o un “cambio de circustancias”.
Una usuaria, que vende un un cachorro Beagle de 20 semanas por más de 2 mil dólares, escribió: “Compré este cachorro para mí y ahora me encuentro con diferentes horas de trabajo debido al COVID-19. Estoy absolutamente destrozada porque la amo tanto, pero tengo que hacer lo correcto”.