El sábado 24 de agosto por la noche fue arrestado en Paris el cofundador de la mensajería Telegram de origen ruso, Pavel Durov. La orden de arresto contra el multimillonario fue emitida por la agencia francesa de prevención de la violencia contra los menores (OFMIN) y, según la AFP, está acusado de varios delitos, incluido fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y la promoción del terrorismo.
El arresto de Durov lo convierte en un objetivo de interés para las agencias de inteligencia occidentales que buscan acceso a las comunicaciones cifradas de Telegram. Esta mensajería se popularizó en todo el mundo por garantizar seguridad y privacidad y ha servido de fuente de información complementaria y/o alternativa a los medios tradicionales. Cientos de canales llevan información directa desde diferentes conflictos causando el malestar de quienes intentar tener el monopolio de la información mundial. Particularmente su rol en la guerra en Ucrania ha sido clave a la hora de obtener información de primera mano.
La popular mensajería lanzó un comunicado respaldando a su CEO y fundador expresando que: “Telegram cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación está dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente. El CEO de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma. Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital. Estamos a la espera de una pronta resolución de esta situación. Telegram está con todos ustedes”.
Así mismo, el ex secretario de prensa de Durov, Georgy Lobushkin dijo en diálogo con RT que el arresto del creador de Telegram es un ataque de Estados Unidos y no de Francia. Señaló que Telegram cumple con las leyes de todos los países donde está presente. Incluyendo el cumplimiento de los requisitos de la legislación sancionadora. Lobushkin cree que “por lo tanto, no tiene sentido discutir las intenciones de las autoridades francesas que lo arrestaron, porque aquí no desempeñan ningún papel”. Lobushkin recordó que en una entrevista con el periodista Carlson, Durov habló de la presión del FBI sobre él y su equipo.
Por otra parte, Rusia ha insistido en su petición de acceso consular a Durov, subrayando la falta de cooperación por parte de Francia para aclarar los motivos de su detención. La embajada rusa en París sigue firme en sus demandas para la protección de los derechos de Durov durante el proceso judicial.
