La imposibilidad de garantizar el respaldo parlamentario al Ejecutivo para tener una mayoría estable en el Senado habrían precipitado la decisión.
El primer ministro italiano Giuseppe Conte presentó su renuncia ante el presidente Sergio Mattarella. Esto marca la apertura de una crisis política que se espera no se prolongue en el tiempo.
Aparentemente la imposibilidad de garantizar el suficiente respaldo parlamentario al Ejecutivo para tener una mayoría estable en 0el Senado habría precipitado la decisión. Originalmente preveía anunciarlo el lunes por la noche en un Consejo de Ministros, pero finalmente trasladó la reunión para este martes.
Conte comunicará a los ministros intención de dimitir y luego presentará su decisión a Mattarella a la espera de que le encargue la formación de un nuevo gobierno, que sería el tercero bajo su mandato (el “Conte Ter”), según informó Corriere della Sera.
Deberá apuntalar el apoyo a su coalición, conformada por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), el Partido Demócrata (PD) y los izquierdistas de Libres e Iguales. La alianza, no obstante, quedó muy debilitada, especialmente en el Senado, por la salida de la Italia Viva (IV) del exprimer ministro Matteo Renzi, que puso al Gobierno frente a un precipicio por su desacuerdo con el reparto de los fondos europeos en el Plan de Recuperación para la pospandemia.
La semana pasada Conte buscó agrandar la mayoría parlamentaria al apuntar hacia miembros de otros partidos. Pero todo se complicó principalmente después de saberse que uno de los candidatos, el líder de Unión de Centro (UdC) Lorenzo Cesa, está siendo investigado por la justicia local por supuestos lazos con la mafia. Cesa aparecía como uno de los interlocutores centrales del Gobierno del primer ministro para acercar a legisladores de partidos de centro y regionales que pueden ayudar al premier a robustecer la coalición.
Apenas conocida la investigación, una de las fuerzas centrales, el Movimiento Cinco Estrellas, planteó con firmeza que “no habrá diálogo con investigados”, alejando la posibilidad de un acercamiento al UdC por el momento.
Esta crisis política irrumpe en medio de la lucha de Italia contra el coronavirus, que no da tregua. Solo en las últimas 24 horas murieron 420 personas. Por otra parte, si bien la campaña de vacunación comenzó sobre ruedas, ahora se encuentra semiparalizada por un retraso en la entrega de las dosis del laboratorio Pfizer. Además, la situación económica se agrava y amenaza con ser devastadora.