La nueva gestión estadounidense convocó a la celebración de elecciones “libres y justas” en el país sudamericano.
El Gobierno de Estados Unidos reiteró en las últimas horas su llamamiento en favor de una “transición democrática pacífica” en Venezuela y de la celebración de elecciones “libres y justas”, en el primer pronunciamiento de la Casa Blanca desde que tomó posesión el 20 de enero el nuevo presidente norteamericano, Joe Biden.
Biden ya ha dejado claro que seguirá reconociendo a Juan Guaidó como interlocutor legítimo de Venezuela, al considerar fraudulentos los últimos comicios convocados por el Gobierno de Nicolás Maduro. Sigue así la estela marcada por la Administración de Donald Trump, que se mostró especialmente duro en relación a sanciones contra el chavismo.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó en rueda de prensa que la política estadounidense en torno a Venezuela girará en torno a “resolver la situación humanitaria, brindar a apoyo al pueblo venezolano y revitalizar la diplomacia multilateral”.
Washington quiere “presionar” para lograr un “resultado democrático” en el país sudamericano, lo que pasa también, según Psaki, por “perseguir a los individuos implicados en corrupción y abusos de Derechos Humanos“.
Maduro ha pedido a las nuevas autoridades de Estados Unidos que varíen las políticas de estos últimos años, mientras que Guaidó da por sentado en cambio que las cosas seguirán como hasta ahora.
El principal líder opositor al chavismo felicitó en Twitter a Antony Blinken por su designación formal como secretario de Estado estadounidense. “Compartimos la visión que nos lleva a la defensa de la democracia en nuestras naciones. Contamos con su apoyo para la libertad de Venezuela“, sostuvo.