Mientras Javier Milei impulsa una Base Naval en Ushuaia con participación militar de EEUU, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella está cerrando una negociación con China para la construcción de una petroquímica. y con la gigante rusa Gazprom para la recuperación de las áreas petrolíferas abandonadas por YPF.
Por Cristian Riom
Según medios informativos fueguinos, el gobernador Gustavo Melella viene llevando a cabo, dos negociaciones de alto nivel con China y con Rusia. Con China, para poner en marcha en el menor plazo posible, la industrialización del gas de regalías de la provincia, a través de una petroquímica y la definición en manos del grupo empresario Mirgor; para la construcción de un puerto en Estancia Violetas, al norte de la ciudad de Río Grande. Y por el otro, incorporar a la gigante rusa Gazprom, en una asociación con Terra Ignis (la petrolera estatal fueguina); para la recuperación de los yacimientos abandonados por YPF, y con ella desarrollar áreas o campos convencionales no explotadas en las zonas centro y norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
En un contexto de tensiones entre EE.UU. y los restantes gigantes, el gobierno de Melella siguió manteniendo relación con los estados miembros del grupo BRICS, aún con la determinación contraria del gobierno nacional. El proyecto para la industrialización de los hidrocarburos fueguinos de manera asociada o concesionada con empresas y tecnología china y rusa, no escapará a esas tensiones que tiene como actores a los principales bloques económicos y militares del planeta y su reflejo en Buenos Aires. Esta situación se acentúa con la decisión delGobierno de abrir la puerta a un pedido de la jefatura del Comando Sur de los Estados Unidos para la eventual instalación de una base de submarinos al servicio de la armada norteamericana. A este contexto de alta complejidad se suma la controversia derivada de la solicitud, también de Estados Unidos, de reactivación en la provincia de un radar de alta potencia que se presume opera bajo control de capitales británicos, éstos confirmaron a través de un comunicado, enorgullecerse de “apoyar al Comando Espacial del Reino Unido y al Ministerio de Defensa del Reino Unido en este importante paso hacia el desarrollo de la primera constelación de satélites del Reino Unido en órbita terrestre baja, destinado a realizar inteligencia, vigilancia y reconocimiento”.
Estamos en el comienzo de una disputa por el control de un espacio vital en el futuro próximo, las cercanías de la Antártida, para tareas tanto de vigilancia como de explotación de sus recursos naturales y desarrollo de infraestructuras de logística civil y militar, todos los principales actores internacionales tienen allí su mirada, ¿qué rol ocupará nuestro país en su propio territorio soberano ante esta situación?

