En una cena de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano del Congreso, el presidente aseguró que líderes de todo el mundo buscan un acuerdo con EEUU.
Trump, aseguró en las últimas horas, que la decisión sobre una posible desescalada comercial con China depende ahora de Beijing, al tiempo que anunció una nueva ronda de medidas arancelarias, incluyendo un inminente gravamen sobre productos farmacéuticos y mayores impuestos a las importaciones de bajo valor procedentes del país asiático.
“China quiere hacer un acuerdo, desesperadamente, pero no sabe cómo empezarlo”, afirmó durante una cena de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC por sus siglas en inglés). En ese mismo acto, dijo que varios países están “muriéndose por cerrar un acuerdo” con Washington. “Les digo, estos países nos están llamando para besarme el trasero”, añadió.
Horas antes, el mandatario firmó una orden ejecutiva que permitirá la aplicación de aranceles significativamente más altos sobre importaciones chinas de bajo valor a partir del próximo mes. También anticipó un nuevo arancel sobre productos farmacéuticos, cuyo anuncio oficial, dijo, se hará “muy pronto”.
Paralelamente, el Gobierno canadiense comunicó que sus propios aranceles sobre determinados vehículos importados desde Estados Unidos entrarán en vigor este miércoles 9 de abril, en una respuesta directa al recrudecimiento de la política comercial del presidente.
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Los anuncios se producen en medio de un nuevo pico en la guerra comercial entre Washington y Beijing, ya que Trump confirmó que Estados Unidos continuará con tarifas de más del 104% sobre bienes chinos, luego de que el Gobierno chino se negara a retirar sus represalias.
Trump defendió su estrategia al asegurar que el país está recaudando “casi 2.000 millones de dólares al día” en ingresos por aranceles. El mandatario sostiene que esta política permitirá reactivar la industria manufacturera estadounidense, obligando a las empresas a reubicarse dentro del país.
También afirmó que su administración está utilizando los aranceles como herramienta de presión para negociar “acuerdos a medida” con sus principales socios comerciales, en medio de una escalada de tensiones globales provocada por sus políticas arancelarias unilaterales.
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“Lo estamos haciendo muy bien y yo los llamo tratos a medida, no a la carta, son tratos a medida, muy a medida”, declaró el presidente durante un acto centrado en la política energética del país. Agregó que delegaciones de Japón, Corea del Sur y otros países están viajando a Washington “para llegar a un acuerdo”.
Por su parte, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su preocupación por la escalada del conflicto comercial y advirtió sobre su impacto global. “En una guerra comercial, todos tienden a perder”, dijo a periodistas en Nueva York.
Guterres enfatizó que los países en desarrollo serán los más afectados, al considerar que los efectos de estas políticas “serán más devastadores” en las economías más vulnerables.