Cientos de palestinos se han visto obligados a abandonar Yenín. Esta ciudad del norte de Cisjordania ocupada es objeto de una violenta ofensiva del ejército israelí desde el 21 de enero, que ha desplegado importantes medios. Yenín está considerada uno de los principales bastiones de los grupos armados palestinos que luchan contra la ocupación.
La estrategia militar de las fuerzas de ocupación israelíes en el campo de Yenín es siempre la misma: rodear la zona y enviar excavadoras. Su misión: destruir las carreteras, las aceras y los desagües “para asegurarse de que no hay artefactos explosivos escondidos”, explica el ejército. Esto allanaría el camino a las fuerzas especiales apoyadas por cobertura aérea. Se llevaron a cabo ataques con drones y helicópteros en zonas urbanas densamente pobladas.
“Es un desplazamiento forzoso”
“Se ordenó evacuar a la población”, cuenta Ali, un vecino de Yenín. “Nos dieron hasta las cinco de la tarde del jueves para abandonar el campo antes de bombardearlo. Es un desplazamiento forzoso. La gente está dispersa por toda la región. Algunos se han refugiado en hospitales, otros con familiares. Nos decimos: ‘Han acabado con Gaza y ahora nos toca a nosotros’”, lamenta.
Cientos de palestinos abandonaron el campo el jueves 23 de enero, en el tercer día de esta operación a gran escala que dejó al menos 12 muertos. En la confusión de la huida, el primo de Ali resultó herido de bala. “Mi primo salía en coche con su madre y sus sobrinos cuando el ejército israelí empezó a disparar. Mi primo se detuvo y, con el resto de la familia, intentaron refugiarse en la primera casa que vieron. Fue entonces cuando le alcanzó un disparo”, relata.
“El mundo al revés”
El joven fue atendido. Su estado es estable. Pero la ofensiva israelí, apodada “Muro de Hierro”, podría durar varios días más, según el ejército. Israel afirma que está “luchando contra el terrorismo”. “Es el mundo al revés”, denuncia Ali. “El ejército israelí está ocupando ilegalmente Palestina”, recalca.
El jefe del Estado Mayor del ejército, el general Herzi Halevi, declaró que la decisión de lanzar esta operación había sido la “correcta”. “Una vez que reconocimos que el campo de Yenín se había convertido en un centro para quienes planean atentados o buscan refugio después de cometerlos, la decisión de entrar por la fuerza fue la correcta”, dijo en un comunicado.
