Elecciones en Brasil: Haddad suma apoyo para derrotar a Bolsonaro

Elecciones en Brasil: Haddad suma apoyo para derrotar a Bolsonaro

Los candidatos Jair Bolsonaro y Fernando Haddad comienzan la campaña para ganar la contienda presidencial del 28 de octubre en Brasil.

Gomes Silva Brasil Fernando Haddad
Ciro Gomes (izq). Marina Silva (der).

Ciro Gomes, quien alcanzó el tercer puesto en las elecciones en Brasil y quedó fuera de la disputa por la presidencia, evitó manifestarse a favor del izquierdista Fernando Haddad, pero rechazó de plano un respaldo al ultraderechista Jair Bolsonaro, en sus primeras declaraciones tras conocer los resultados del domingo.

“Una cosa puedo adelantar, como ustedes ya vieron: mi historia de vida es una historia de defensa de la democracia, contra el fascismo”, indicó. Sin querer confirmar una adhesión al Partido de los Trabajadores, fue consultado si es que alguna postura estaba descartada. “Él no, sin duda”, respondió, usando la frase usada por la campaña #EleNão contra Bolsonaro.

Gomes, ya había señalado en el pasado su distancia del ex capitán del ejército, llegando a calificarlo como “nazi hijo de puta”. Sin embargo, tampoco se mostró afín al PT, ya que comentó que Lula era “una mierda”.

Haddad: La postura de Marina Silva

A su vez, la ecologista Marina Silva, quien sufrió un duro revés al alcanzar un decepcionante 1% en la octava posición (cuando tenía un 15% y arañaba el ballotage hace algunas semanas), no se pronunció a favor de ninguna candidatura.

“Independientemente de quién sea vencedor, estaremos en la oposición. Brasil necesita de una oposición democrática”, afirmó la aspirante por Rede a la Presidencia de Brasil tras conocer los resultados.

Aunque menos categórica que Gomes, también hizo declaraciones alejadas de un respaldo a Bolsonaro. “Aún vamos a discutirlo, haremos una discusión, pero lo que sí podemos decir es que no tenemos identificación con ningún proyecto autoritario”, manifestó.

Silva dijo que harán una “evaluación” después del fracaso electoral, pero aclaró que ella nunca trató los millones de votos que recibió en 2010 y 2010 como “capital” ni como “herencia”.