19 militantes vinculados con el grupo extremista Al Qaeda secuestraron cuatro aviones y llevaron a cabo ataques suicidas contra diferentes objetivos ubicados en los Estados Unidos.
El 11 de septiembre de 2001, 19 militantes asociados con el grupo extremista Al Qaeda secuestraron cuatro aviones y llevaron a cabo diferentes ataques suicidas contra objetivos de los Estados Unidos.
Dos de los aviones volaron hacia las torres gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York, un tercer avión chocó contra el Pentágono en las afueras de Washington, en tanto que el cuarto avión no logró dar con el blanco y finalmente se estrelló en un campo en las afueras de Pensilvania.
Los trágicos eventos ocurridos hace 19 años tuvieron un saldo total de 2.996 fallecidos oriundos de 78 países, incluidos los terroristas a bordo de los cuatro aviones en cuestión.
En esa misma jornada el por entonces Presidente George Bush pronunció un discurso en cadena nacional afirmando que “los ataques terroristas pueden sacudir los cimientos de nuestros edificios más grandes, pero no pueden tocar los cimientos de Estados Unidos. Estos actos rompen el acero, pero no pueden dañar el acero de la determinación estadounidense”.
En referencia a la eventual respuesta militar del país, el mandatario afirmó: “No haremos distinción entre los terroristas que cometieron estos actos y los que los albergan”.
Finalmente el 7 de octubre de ese mismo año se pondría en marcha la Operación Libertad Duradera, contemplada desde la Casa Blanca como el esfuerzo internacional encabezado desde los Estados Unidos para derrocar al régimen talibán en Afganistán y destruir la red terrorista de Osama bin Laden.