La hija del ex jugador de fútbol logró impactar con su testimonio al dar detalles de los últimos momentos en los que vio a su padre.
El juicio que comenzó hace meses para determinar las causas de la muerte de Diego Maradona sigue generando expectativas y fue su hija Gianina Maradona quien se presentó este martes para dar su declaración, en la que apuntó contra Leopoldo Luque y Agustina Cosachov.
El periodista Martín Candalaft quien dio detalles de algunas de las frases más impactantes que dijo la hija del exfutbolista ante el juez: “Es muy fuerte la declaración y ella va a declarar entre dos y tres horas más”.
“Hasta ahora llegó a la clínica de Olivos, pero todavía falta lo que ella vio durante la internación domiciliaria. Va a ser la declaración más larga y hoy toda la jornada está dedicada a Gianinna”, detalló Candalaft.
Sobre lo que dijo Gianinna, Martín comenzó: “Empezó desde el 10 de octubre de 2020 porque para ella esa fecha es fundamental porque hubo un episodio que es un quiebre, Diego está en su casa en La Plata y todavía ano le detectaron el hematoma subdural”.
Luego, el periodista leyó un fragmento de la declaración: “El 10 de octubre habló con mi papá y le pregunté cómo estaba. No estaba muy bien, me dijo: ‘¿cómo voy a estar bien si pasé mi cumpleaños solo?’ Yo le dije que no había sido su cumpleaños, que no lo había pasado solo”.
“Le recordé que cumplía el 30 de ese mes, estaba perdido en tiempo y espacio y ahí pedí hablar con Luque”, leyó el periodista sobre lo que contó la hija del ex deportista ante el juez.
“Hablé con el (Leopoldo Luque), le dije que lo veía mal, que además de no verlo feliz lo veía muy perdido, lento, que cada vez podía caminar menos. Luque me dijo que lo estaba cuidando”, expresó la joven .
Con respecto a la supuesta respuesta que le dio Luque al cuestionar la condición de su padre, Gianinna dijo: “Me dijo que tenía días buenos y días malos, pero que cada vez estaba mejor. Ellos no veían lo mismo que yo”.
Luego, la hija del ex astro del fútbol habló del día del cumpleaños de su padre, ya que había ido a verlo a La Plata: “Cuando llegamos el día del cumpleaños a Bransen, el 30 de octubre, entré a la casa”.
“Él estaba sentado en un fogón, lo fuimos a saludar con mi hijo que tenía una remera de él abrazando a Caniggia, se la muestra, él lo mira y no se reconoce”, dice el testimonio de Gianinna.
