El impactante espectáculo tuvo lugar en el Parc Forum de Barcelona. Llega a la Argentina en junio de 2020.
Messi es mucho más que el genio planetario admirado por su excepcional virtuosismo con la pelota, es también un ejemplo de superación personal, la capacidad humana que el Cirque du Soleil busca cultivar con su impactante espectáculo “Messi10”, que se entrenó este jueves en el Parc Forum de Barcelona, y que llegará a la Argentina en junio de 2020.
Es la primera vez que la prestigiosa compañía de circo canadiense asocia su arte y creatividad al mundo del fútbol, y lo hace de la mano del crack argentino, con la intención de ensalzar a través de su figura los valores positivos que reivindican al deporte más popular, por momentos denostado por su sometimiento a los dictados del mercado.
La compañía asegura que “Messi10” “explora el potencial de grandeza presente en cada uno de nosotros, incitando a que cada cual dé lo mejor de sí”. De ahí el lema del espectáculo: “Hay un número 10 en cada uno de nosotros”, con el que el Cirque du Soleil recibe al público desde hoy hasta febrero en su gran carpa instalada en la explanada del Fórum de Barcelona, a orillas del mar Mediterráneo.
El número 10 aparece por todos lados. Ha sido la fecha del emblemático estreno mundial del espectáculo, el 10/10, en los logos, las lonas publicitarias que decoran el recinto y, como es de esperar, en las camisetas -algunas muy originales y lumínicas- de muchos de los protagonistas del espectáculo.
Tonight, Lionel Messi will be honoured with his very own Cirque du Soleil show. Here's a sneak peek of what to expect ? pic.twitter.com/auu9n0O8Op
— ESPN FC (@ESPNFC) October 10, 2019
Alegría, pasión, sacrificio y hazañas impensables -que superan las leyes de gravedad-, se suceden en un show de 90 minutos -más un intervalo de 25 minutos-, que combina acrobacias, fútbol de estilo libre y disciplinas circenses, sobre un modesto estadio de fútbol recreado bajo un gran carpa blanca de circo.
La aventura vital comienza con un joven en el centro del escenario mientras escucha la retransmisión de un partido de fútbol con la radio pegada a la oreja. La voz apasionada del relator va creciendo en entusiasmo hasta que finalmente anuncia el esperado “¡Gool!”, dando paso a una explosión de euforia, a la que se unen decenas de artistas, con pelotas y banderas que irradian energía y una pasión que contagia al público en las gradas.