Es potencialmente el objeto más grande conocido en el universo, con una longitud de 13.000 millones de años luz y una masa de 200 cuatrillones (200 con 24 ceros) de estrellas, afirman los científicos.
La estructura masiva fue bautizada Quipu, en honor a un sistema inca para contar y almacenar números mediante nudos en cuerdas.
E igual que una cuerda del sistema inca, Quipu es un objeto complejo: está formado por un filamento largo y múltiples filamentos laterales.
Quipu ahora potencialmente desplaza a otros supercúmulos que tenían el récord del objeto más grande del universo conocido.
El hallazgo aparece una investigación preliminar en el sitio web arXiv. (El estudio no ha sido aún publicado en una revista revisada por pares pero los investigadores informaron que fue aceptado por Astronomy and Astrophysics).

Ilustración de un quipu, utilizado por los incas para llevar registros y realizar cálculos.
Materia conectada
El universo parece estar organizado en masas enormes de materia conectadas entre sí.
Los planetas se agrupan en un sistema solar, que a su vez forma parte de una galaxia.
Las galaxias se unen para formar cúmulos que al mismo tiempo se agrupan en supercúmulos e incluso cúmulos de supercúmulos.
Los astrónomos creen que esta progresión probablemente continúa pero actualmente la observación del cosmos es limitada por los instrumentos disponibles.
Las superestructuras que fueron ahora identificadas son objetos extremadamente masivos que contienen grupos de cúmulos y supercúmulos de galaxias.
Son tan masivos que desafían nuestra comprensión de cómo evolucionó nuestro universo.
El equipo de investigadores, dirigido por Hans Bohringer del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, identificó cinco superestructuras dentro de un rango de aproximadamente 425 millones a 815 millones de años luz de la Tierra.
Los objetos identificados fueron el supercúmulo Shapley, que alguna vez fue considerado el mayor supercúmulo del universo local; la superestructura Serpens-Corona Borealis; el supercúmulo Hércules; la superestructura Sculptor-Pegasus y, por último, Quipu.
“Esta entidad, a la que hemos llamado Quipu, es la estructura cósmica más grande descubierta hasta la fecha”, escriben los científicos en su artículo.
“Estas superestructuras contienen alrededor del 45% de los cúmulos de galaxias, el 30% de las galaxias, el 25% de la materia y ocupan una fracción de volumen del 13%, constituyendo así una parte importante del universo conocido”, agregan.

foto, Las cinco superestructuras recién descubiertas: Quipu (rojo), Shapley (azul), Serpens-Corona Borealis (verde), Hércules (violeta) y Sculptor-Pegasus (amarillo).
En los quipus, hechos con cuerdas anudadas, los nudos contienen información basada en color, orden y número. “Esta perspectiva da la mejor impresión de la superestructura como un filamento largo con pequeños filamentos laterales, y fue lo que condujo al nombre de Quipu”, explican los investigadores.
En su trabajo, Bohringer y sus investigadores encontraron a Quipu y a las otras cuatro superestructuras a una distancia de entre 130 y 250 Mpc (megapársec – 1 megapársec = 3,26 millones de años luz).
Para identificarlas utilizaron radiación de rayos X y simulaciones del comportamiento de las galaxias y analizaron las superesctructuras usando el llamado sondeo de cúmulos CLASSIX (estructura cósmica a gran escala en rayos X).
Los cúmulos de galaxias en rayos X pueden contener miles de galaxias y una gran cantidad de gas intracúmulo muy caliente que emite rayos X.
Estas emisiones son la clave para mapear la masa de las superestructuras. Los rayos X trazan las regiones más densas de concentración de materia y la red cósmica subyacente.
Así, las emisiones son como señales para identificar superestructuras.