Durante más de 12 horas, Rusia lanzó cerca de 500 drones de combate y más de 40 misiles contra diferentes regiones ucranianas, incluidas Kiev, Zaporiyia y Jmelnitsky. El presidente Volodymyr Zelensky confirmó que hubo graves daños en infraestructura civil, entre ellos una panificadora, una fábrica de caucho y edificios residenciales.
Al menos cuatro personas murieron, entre ellas una niña de 12 años, y más de 40 resultaron heridas tras un ataque a gran escala de Rusia contra Ucrania que se extendió por más de 12 horas, según informó este domingo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
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El operativo incluyó alrededor de 500 drones de combate y más de 40 misiles, entre ellos hipersónicos Kinzhal. Los principales blancos fueron Kiev y sus alrededores, la región meridional de Zaporiyia y la región occidental de Jmelnitsky.
En la capital ucraniana se registraron tres de las muertes, además de la menor de edad, y al menos diez heridos. Más de 15 sitios fueron dañados, incluidos un instituto de cardiología, un jardín de niños y diversos edificios residenciales, de acuerdo con Tymur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de Kiev.
El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, aseguró que durante la noche y la mañana del domingo sus sistemas interceptaron y destruyeron 53 drones ucranianos en distintas regiones. Además, señaló que el sábado sus fuerzas derribaron seis bombas aéreas teledirigidas, seis proyectiles HIMARS de fabricación estadounidense y un cohete Vampire de origen checo.
