La dimisión llega apenas un día después de anunciar un nuevo gabinete que desató malestar entre aliados y opositores. Francia sigue sin mayoría parlamentaria y enfrenta una creciente presión política
El presidente francés, Emmanuel Macron, aceptó este lunes la renuncia de Sébastien Lecornu, su tercer primer ministro en menos de un año, tras el fracaso del reciente intento de reconfigurar su gabinete. La decisión agrava la crisis política que atraviesa el país desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, que dejaron a la Asamblea Nacional fragmentada en tres bloques principales: la izquierda, la centroderecha gobernante y la ultraderecha.
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Lecornu, de 39 años, había asumido el cargo el 9 de septiembre con la misión de elaborar los presupuestos de 2026 en un contexto de debilidad parlamentaria. “Las condiciones ya no estaban reunidas para ejercer como jefe de gobierno”, reconoció en una declaración a la prensa.
El detonante de su renuncia fue el anuncio del nuevo gabinete realizado el domingo, que mantenía la mayoría de ministros e incluía el regreso de Bruno Le Maire —exministro de Finanzas entre 2017 y 2024— ahora al frente de Defensa. La designación generó tensiones en el partido conservador Los Republicanos (LR), socio clave de la coalición gobernante, cuyo líder y ministro del Interior, Bruno Retailleau, aseguró no haber sido consultado sobre el nombramiento.
La oposición reaccionó con dureza. Marine Le Pen, referente de la ultraderecha, consideró “absolutamente necesario” convocar nuevas elecciones legislativas, mientras que Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, pidió la destitución de Macron.
Mientras tanto, el gobierno saliente permanecerá en funciones hasta el nombramiento de un nuevo gabinete, en un escenario marcado por la incertidumbre política y la deuda pública que alcanza el 115,6% del PBI.
