El cantante y conductor de Pasión de sábado fue encontrado muerto en su casa en la noche del domingo, según confirmó su abogado; aun se desconocen los detalles, que serán confirmados tras una autopsia
Ricardo Daniel Carías, más conocido como “La Tota” Santillán, murió el domingo a los 57 años, por causas que aún se investigan. El conductor de televisión y productor musical murió en su casa de Ituzaingó. Su abogado, Juan Pablo Merlo, acudió al domicilio tras ser comunicado de la noticia, y a donde se acercaron también peritos policiales y personal de la comisaría 7a. de Morón, quienes ingresaron a la vivienda tras un llamado al 911 de sus familiares, que no podían encontrarlo hace varios días. Sus allegados afirmaron a las autoridades que Santillán atravesaba una fuerte depresión.
Según consta en el expediente, caratulado como “averiguación de causa de muerte”, el artista fue hallado en su domicilio con quemaduras provocadas por “un posible foco ígneo”, aunque se esperan los resultados de autopsia para corroborar los detalles.
Nacido el 1° de agosto de 1967, en la localidad de San Martín de la provincia de Mendoza, “La Tota” se desempeñó como una figura popular en el ámbito de la televisión y la música argentina. Desde muy joven comenzó su carrera a través de presentaciones en clubes bailables y eventos, donde forjó su estilo descontracturado y cercano con las personas.
En la década de los 90, Santillán dio el mayor paso de su carrera y llegó a la televisión. Se consolidó como conductor de programas vinculados, sobre todo, con la cumbia. Fue el rostro de exitosos ciclos televisivos como Pasión tropical y Pasión de sábado, un programa que se transformó en un hito de la música popular en el país.
Su trabajo relacionado con la música lo posicionó, además, como un aclamado productor musical que le abrió las puertas a diferentes grupos y artistas del género. También fue presentador del cantante cordobés de cuarteto Rodrigo Bueno y de Walter Joaquin Olmos Gómez.
Santillán grabó adicionalmente varios discos de cumbia y se presentó en diversos escenarios, aunque no alcanzó la misma popularidad como cantante que como conductor. Y la popularidad lo llevó a probarse en el mundo del teatro, en donde formó parte de elencos de comedias como Pobres, pero casi honradas y Hasta que la risa no se pare. Al mismo tiempo, es recordado por su participación en las dos primeras ediciones de Cantando por un sueño, el programa conducido por Marcelo Tinelli.