Terminó otra fecha para el equipo Tatengue y se le hizo una mala costumbre en éste torneo: se quedó nuevamente con las manos vacías.
En ésta ocasión fue Huracán el equipo que derrotó a Unión 1-0 en el Tomás A. Ducó, pero a diferencia de las otras tres caídas la que sufrió el grupo en Parque Patricios fue la más injusta de todas.
La alineación de FDK aprovechó el error defensivo individual que terminó en penal y gol del local. Y los santafesinos generaron 8 situaciones netas para marcar y sin embargo no entró ninguna, sea por virtud del arquero Galíndez o por responsabilidad de los propios jugadores de Unión que le erraron al arco y a pocos metros de la línea final.
La lista y a la cancha
La noche arrancó con las incógnitas que tenía el Tate en la previa por el equipo que pondría Cristian González, finalmente se discipó todo cuando se confirmaron las presencias de Ludueña por Paz;
Fascendini en lugar de Franco Pardo; Mateo Del Blanco en lugar de Bruno Pitton y en la ofensiva el retorno de Lucas Gamba por Colazo.
Más allá de las variantes obligadas y de los movimientos de mitad de cancha hacia adelante, lo que ratificó el DT. fue el esquema de juego: 5-3-2.
Mientras que el dueño de casa puso como ficha central el juego y desequilibrio por la derecha con Masanti secundado en las intenciones ofensivas de Alaniz por la izquierda y Matko Miljevic en los metros finales con Ramírez.
Una vez presentadas las alineaciones, inició el cotejo en donde rápidamente se evidenció que el local se adueñó del balón y el Tate se dispuso con líneas juntas para cerrar espacios y luego buscar al movedizo Gamba y a Estagarribia para pelearlas a todas las pelotas en ofensiva, sin dejar de lado la búsqueda de abrir juego por las bandas con Del Blanco y Gerometta.
El tiempo corrió y más allá del acedio y que la tenencia de la pelota fue de Huracán, el local no fue claro para complicar al elenco santafesino.
Sin embargo el “11” de González, fue ordenado y estuvo bien parado de atrás hacia adelante, incluso fue el que tuvo las dos opciones más claras de la primera etapa: Ludueña a los 31’, que frente al arco remató fuerte, pero desviado y a los 36’ una corajeada de Estigarribia tras un largo pelotazo, el atacante guapeó y le ganó la posición al contrario, encaró y descargó para Gamba, que exigido y todo, casi canta gol pero el balón se fue pegado al palo derecho de Galíndez.
Recién en los minutos finales el Globo tuvo un tiro frontal a la valla de Cardozo, en los pies de Miljevic y el balón también se fue afuera.
Se fueron 45’ intensos, con poca claridad y aunque la inicitiva fue en líneas generales del local, fue el albirrojo el que casi bate la valla del golero anfitrión.
Penal en contra y a remarla de nuevo
Aunque ésta vez no fue en la etapa inicial que le convirtieron un gol al Tatengue, ahora fue en el complemento porque a los 5’ Corvalán la jugó atrás, mal y corta para Thiago Cardozo, el golero exigido no cerró y cometió penal a Ramírez, que Matko Miljevic cambió por gol: 1-0 y a remarla nuevamente.
Con el resultado en contra, el Kili movió el banco, entró Fragapane; Vargas y Palacios, además de cambiar y jugar con dos líneas de cuatro, el dueño de casa se retrasó, cedió campo y balón pero también por virtud de un Unión que golpeado fue en busca del empate que por ineficacia propia ni siquiera logró una igualdad que como mínimo hubiera sido lo más Justo.
Porque no caben dudas que con defectos más que con virtudes , el equipo tuvo un segundo tiempo en donde hizo todo como para empardar, pero no pudo… hoy todo se le hace cuesta arriba a éste equipo que no entra en sintonía.
Fallas fatales
Contra Huracán, el equipo de la Avenida tuvo todo como para marcar, pero justamente por la actuación del golero y por fallas propias la pelota no terminó dentro de la valla del Globo.
Si a jugadas claras hay que referirse: el cabezazo desviado solo de Mauro Pittón, el testazo también de Profini casi dentro del área chica que el guardameta contrario, a puro reflejo, le ahogó el grito al joven Tatengue.
Pero no sólo quedó ahí porque también Vargas tuvo un tiro de media distancia que finalizó en los guantes de Galíndez y para completarla y de manera increíble Estigarribia tiró un zurdazo por arriba del travesaño cuando todos esperaban que la pelota solamente entre para lograr lo que hubiera sido lo más lógico, pero no sucedió y un minuto más tarde nuevamente el delantero ex Atlético Tucumán cabeceó desviado. Y ahí quedó el partido, planchado y favorable a los dirigidos por Kudelka.
Fin de la historia, el Tatengue acumula 4 caídas y 2 empates, ahora con un tiempo necesario para repensar entre todos cómo salir de este pozo anímico y futbolístico, porque aunque fue el mejor encuentro que hasta ahora disputó, esa mejoría no le alcanzó ni siquiera para empatar, con un atenuante mayúsculo: errar goles casi cantados.