El delantero de Unión salió con una lesión de rodilla izquierda y lloró sin consuelo mientras lo vendaban. Tiene antecedentes de dos lesiones graves.
Juan Ignacio Cavallaro había metido el gol del 1 a 0 de Unión ante Aldosivi pero poco después debió dejar la cancha por una lesión en la rodilla izquierda. Fue en una pelota disputada con Evangelista, en el que rápidamente sintió un dolor.
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El jugador “tatengue” pidió asistencia, intentó seguir pero no pudo continuar: Gabriel Carabajal ingresó en su lugar.
El jugador tenía marcas en la zona, producto del roce. Fue vendado y lloró sin consuelo mientras era atendido. El diagnóstico se va a conocer este sábado, aunque la primera sensación del cuerpo técnico del Tate es que sufrió un esguince del ligamento externo.
Cavallaro tuvo una carrera marcada por las lesiones. En 2016, siendo jugador de Estudiantes, se rompió los ligamentos de la rodilla derecha, en una práctica en City Bell. En julio de 2017 tuvo que ser intervenido nuevamente, también por la misma lesión, cuando tenía que sumarse a San Lorenzo tras finalizar su préstamo con el Pincha.
