Colón cayó 2 a 0 ante Almirante Brown y quedó segundo en la zona B. El equipo de Ariel Pereyra fue claramente perjudicado por Diego Ceballos, pero futbolísticamente no fue el de otros partidos.
Para analizar la derrota de Colón podríamos tomar dos caminos diferentes. Por un lado, lo estrictamente futbolístico, donde el conjunto rojinegro tuvo unos primeros 15 minutos interesantes, en los cuales pudo ponerse arriba en el marcador, pero que se quedó casi sin respuestas cuando la Fragata se puso arriba en el marcador.
En esos primeros minutos, Emmanuel Gigliotti tuvo dos chances muy claras frente al arco de Martínez, pero no era la noche del Puma, ni la de Colón.
En contrapartida, en una de las primeras que tuvo el local, Gonzalo Flores aprovechó una desinteligencia del fondo Sabalero, con Marcos Díaz incluido, para poner el 1 a 0.
A partir del gol de Almirante, empezó otro partido. Es que el equipo del Pata Pereyra se quedó sin argumentos para generar situaciones, el elenco de Nardoza tomó el control del juego y, para colmo de males, el trabajo defensivo, también falló.
El complemento fue, lógicamente, cuesta arriba. Con más ganas que ideas, Colón intentó llegar a la igualdad; el DT movió el banco buscando reacción, pero nada de eso pasó.
Y, sobre el final, a los 46 minutos del complemento, un error grosero de Díaz hizo que el “uno” cometa falta dentro del área que Diego García cambió por gol desde los 12 pasos para poner el 2 a 0 y fin de la historia.
CEBALLOS Y UN PARTIDO PARA EL OLVIDO
Pero lógicamente es imposible soslayar el espantoso arbitraje de Diego Ceballos, que perjudicó claramente a Colón con dos penales no sancionados que, tal vez, pudieron cambiar al curso del partido.
Con el 0 a 0 todavía en la “chapa”, primero fue Federico Jourdanprotagonista, tras un centro de Castet. El volante Sabalero cayó en el área chica producto de un agarrón, pero ni Ceballos, ni su asistente, observaron una falta por demás de evidente.
Pero había más. Un rato más tarde, Gigliotti se abrió paso ante la defensa de Almirante y, cuando ingresaba al área, recibió una patada en el pie izquierdo, pero una vez más Ceballos se desentendió.
Ahora, será tiempo de dar vuelta la página. Masticar la bronca por un arbitraje a todas luces perjudicial, pero, al mismo tiempo, saber que futbolísticamente el equipo no fue el de otros partidos. El desempeño de Ceballos ya es historia y para Colón queda mucho camino por recorrer.
Por Mario Demonte