En Brasil, el equipo de Florencio Varela consiguió un agónico triunfo por 2 a 1 en el partido de vuelta, y luego se impuso por 4 a 3 en la definición por penales.
Defensa y Justicia vive sus días más dulces. El Halcón de Varela viajó a Brasil con una ilusión y se vuelve con la frente bien alta, con un triunfo con sabor a hazaña contra Palmeiras, y con la Recopa Sudamericana en sus brazos. Es el segundo título que conquista en menos de tres meses. Y es, sin dudas, el mejor momento de su historia.
No empezó sencilla la noche en Brasilia para el equipo que dirige Sebastián Beccacece, que a los 22 minutos de juego quedó en desventaja tras un penal que convirtió Raphael Veiga. Sin embargo, lejos de sentir el golpe, los de Florencio Varela mantuvieron el ritmo y encontraron el empate minutos más tarde (30′) desde los pies de Brian Romero.
En el segundo tiempo se mantuvo la intensidad y el vigente campeón de la Copa Libertadores tuvo la posibilidad de volver a pasar al frente de contragolpe para sentenciar la historia, pese a que se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Matías Viña. Sin embargo, sobre el final llegó el milagro: en el cuarto minuto de descuento, Marcelo Benítez fabricó un latigazo de larga distancia y selló el 2 a 1 (mismo resultado que en el partido de ida) que llevo la definición al tiempo suplementario.
El final fue caliente. Es que después de obviar una manotazo de Gustavo Gómez en la cara de Miguel Merentiel en el área local, el árbitro uruguayo Leodán González cobró a instancias del VAR un penal para Palmeiras tras una falta de Ezequiel Unsain a Rony. Finalmente, el arquero se redimió y atajó el remate.
