A casi 25 años, la historia de la llegada de Darío Cabrol a Colón sigue siendo tema recurrente en Santa Fe. Surgido en Unión, el ex futbolista recuerda como si fuera ayer todo lo que tocó vivir por aquella decisión que lo marcó de por vida.
Por Mario Demonte
El calor de Santa Fe se hacía sentir por aquellos días. El año 2001 estaba dando sus primeros pasos cuando la bomba estalló: Darío Cabrol iba a ser jugador de Colón.
Habían pasado un puñado de meses de su salida de Unión al Toulouse de Francia y su truncado regreso al club de la avenida López y Planes cambió los planes para siempre.
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Fue en ese momento, mientras el ex futbolista masticaba la bronca por la negativa de Unión de abrirle las puertas, que apareció en escena José Vignatti, vecino de Guadalupe, para tentarlo en cruzar de vereda.
Hoy, con el paso del tiempo, Cabrol reconoce que “fue una decisión equivocada”, aunque es consciente de que no se puede volver el tiempo atrás y aquel “sí” a Colón lo marcó para toda la vida.
En un mano a mano imperdible con Despacho Play, Darío se metió de lleno en esta historia que lo tuvo como protagonista y con la que la ciudad futbolera quedó marcada a fuego.
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