César Carignano: Pasado, presente y futuro de la primera gran venta de Colón

César Carignano: Pasado, presente y futuro de la primera gran venta de Colón

Dueño de un perfil bajo, el oriundo de Freyre, Córdoba, debutó en Colón en 2001 de la mano de Ricardo Gareca, pero fue a partir de 2002, con Jorge Fossati, donde logró continuidad. Su venta al Basel de Suiza en 2004 posibilitó la compra de los terrenos donde hoy se emplaza el Predio 4 de Junio. Fue convocado por Marcelo Bielsa y hoy no se ve inmerso en el mundo del fútbol. En un mano a mano con Despacho Play habló de su carrera y su vida a corazón abierto.

Por Mario Demonte

César Andrés Carignano nació el 28 de septiembre de 1982 en Freyre, provincia de Córdoba, y fue capaz de forjar su carrera y su vida, pese a los obstáculos que se le presentaron en el camino.

Llegó a Colón en 1997 y cuatro años más tarde debutó de la mano de Ricardo Gareca. Sin embargo, la continuidad en la Primera del Sabalero llegó con Jorge Fossati al año siguiente, tras bajar seis meses para jugar en 4ta. de AFA.

Foto: Macarena Cáceres

Pese al cimbronazo, César recordó: “Fue de todo a nada. De llegar a Primera a estar otra vez entrenando con cuarta de AFA, pero no perdí nunca de vista el objetivo”.

Fue en 2002 cuando marcó su primer gol con la camiseta rojinegra frente a Racing y así empezaron a ser frecuentes los gritos de Cari, como lo bautizaron y aún hoy lo llaman: “Ese momento fue inolvidable, era el momento que había esperado siempre”, recordó.


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Los goles hicieron que el nombre de César Carignano tomará cada vez más fuerza y fue así que al año siguiente llegó la convocatoria a la Selección: “Fue un mes que no voy a olvidar jamás. Lo más gratificante fue que Marcelo Bielsa se haya fijado en mí”, rememoró con cierto dejo de nostalgia.

En 2004, fue transferido al Basel de Suiza, club en el que vivió una experiencia profesional que lo marcó y en un país al que definió como “un mundo diferente”.

Aquella venta, la más importante hasta entonces de la historia del club, le permitió a Colón adquirir los terrenos donde hoy se levanta el Predio 4 de Junio, uno de los predios deportivos más importantes del país.


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En 2007, luego de un fugaz paso por el América de México, volvió a la Argentina para calzarse nuevamente la camiseta de Colón, Independiente Rivadavia, Ferro, Patronato y Atlético Rafaela, en dos etapas, donde vivió uno de sus momentos más felices, con ascenso incluido tras su regreso de la Universidad Católica de Chile.

El tiempo pasó y poco a poco fue madurando la idea del retiro. Por sus venas corre fútbol, aunque ya no lo juegue profesionalmente. Pero no se reprocha nada, al contrario, se considera “un privilegiado”, tanto en lo profesional como en lo personal.

Aunque aclaró que “la vida le enseño a no cerrar ninguna puerta”, hoy no se ve inmerso nuevamente en el mundo que lo tuvo como protagonista durante casi 20 años. Disfruta de la familia, los amigos y de ir a la cancha, de vez en cuando para ver desde afuera lo que alguna vez mostró desde adentro. Fue y es feliz. En definitiva, de eso se trata.

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