Un informe de Argentinos por la Educación advierte que casi 9 de cada 10 jóvenes ve interrumpida su trayectoria escolar por repitencia o abandono. En Santa Fe, los números coinciden con la media nacional
Apenas el 10% de los estudiantes en Argentina logra finalizar la secundaria en el tiempo esperado, sin repetir ni abandonar, según un nuevo informe de la organización Argentinos por la Educación. Esto significa que, de cada 100 jóvenes que ingresan al primer año, solo 10 llegan al último curso con una trayectoria escolar completa y regular.
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En la provincia de Santa Fe, la cifra es idéntica a la media nacional: 10 de cada 100 estudiantes finalizan sus estudios en tiempo y forma. Así, casi el 90% de los jóvenes santafesinos ve extendida o interrumpida su escolaridad.
Los datos provienen del informe “Índice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, elaborado por María Sol Alzú, Martín Nistal y Víctor Volman. El estudio analizó la cohorte que inició primer grado en 2013 y llegó a sexto año en 2024, a partir de información del Relevamiento Anual y de las pruebas Aprender 2024.
El análisis revela que en las últimas dos décadas no hubo avances sustanciales: en el año 2000 lo lograban 8 de cada 100 estudiantes, y hoy apenas poco más de 10. En el mapa comparativo entre provincias, CABA lidera con el 23%, seguida por La Pampa y Río Negro (13%), mientras que en el extremo opuesto aparecen Chaco y Misiones (3%). Santa Fe se ubica en una posición intermedia, aunque por debajo de distritos de desarrollo similar.
También se registran marcadas diferencias por género. A nivel nacional, el 13,7% de las mujeres completa la secundaria en tiempo y forma, frente al 7,8% de los varones. En Santa Fe la brecha es similar: 14,1% de las chicas lo logra contra apenas 8,3% de los varones.
Si se amplía la mirada más allá del tiempo esperado, el panorama mejora parcialmente: el 49% de los estudiantes argentinos logra graduarse en algún momento, aunque la otra mitad abandona. En Santa Fe, esa tasa de egreso asciende al 54%, por encima del promedio nacional pero aún lejos de un escenario óptimo.
El estudio concluye que estas cifras reflejan “un problema estructural de baja terminalidad en la escuela secundaria”, que limita las oportunidades de los jóvenes y condiciona el desarrollo social y económico de las provincias.
