Se hormigonaron las primeras tres columnas del nuevo Puente Santa Fe-Santo Tomé

Se hormigonaron las primeras tres columnas del nuevo Puente Santa Fe-Santo Tomé

La construcción del nuevo enlace entre Santa Fe y Santo Tomé avanza con la ejecución de pilotes, las primeras columnas y el inicio de la producción de vigas pretensadas.

El ministro de Obras Públicas de la Provincia, Lisandro Enrico, informó sobre los progresos en la obra del nuevo viaducto que unirá Santa Fe y Santo Tomé. En agosto se completaron los estudios de suelo, se construyeron 32 pilotes y se hormigonaron las primeras tres columnas.

El ministro indicó que, aunque el grado de ejecución es del 5%, ya son visibles las primeras estructuras de hormigón. Explicó que llegar a esta instancia requirió estudios de suelo, organización del trabajo y administración de recursos, y destacó la labor de Vialidad Provincial y de la empresa contratista: “Incluso han realizado tareas en horarios nocturnos, lo que nos permite mantener un ritmo sostenido”, añadió.


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LAS COLUMNAS

El administrador de Vialidad Provincial, Pablo Seghezzo, explicó que, tras la finalización del pilote, se coloca una nueva armadura que se empalma con la anterior. Luego se instala un encofrado metálico en módulos, que se ajusta y alinea antes de iniciar el hormigonado.

“Una vez aprobadas las mediciones, comienza el proceso: se baja un embudo con un tubo dentro del molde y se incorpora el hormigón mediante un capacho cargado con el mixer. Así se va llenando la columna, describió Seghezzo.

Las columnas, precisó, miden entre 3,5 y 4 metros de alto y tienen un diámetro similar al de los pilotes: entre 1 y 1,2 metros, según el lugar donde se construyan.


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LAS VIGAS

El proyecto requiere 215 vigas pretensadas: 30 se fabrican en San Luis y las restantes 185 en San Agustín, provincia de Santa Fe. Cada una mide 30,8 metros de largo, 1,5 de altura y 0,70 de ancho, con un peso aproximado de 80 toneladas.

El ingeniero jefe Federico Ávalos explicó que el proceso de fabricación comienza sobre pistas de 130 metros, que permiten armar cuatro vigas en serie. “Primero se coloca la armadura pasiva, luego los 42 cables de pretensado y se procede al tesado individual de cada uno. Este paso lleva un día completo”, señaló.

Tras esa etapa, se coloca el molde, se hormigona en unas cuatro horas y se inicia el curado durante 16 horas. “Es un proceso rápido para desocupar el molde con celeridad. Cuatro horas después, se desmolda la viga. Todo el ciclo dura 24 horas”, detalló Ávalos.

El ingeniero añadió que el procedimiento se repite durante cuatro días para obtener cuatro vigas por serie. Posteriormente se realizan ensayos de calidad que verifican la resistencia del material. “Si los resultados son correctos, se procede al destesado y se concluye el proceso”, concluyó.