El Estado hebreo anunció que preparaba una “posible” ofensiva terrestre en Líbano, tras varios días de bombardeos contra posiciones del movimiento islamista Hezbolá.
Los bombardeos israelíes siguen cayendo sobre Líbano con decenas de víctimas mortales a diario por cuarta jornada consecutiva. Y el jefe del Ejército israelí, Herzi Halevi, ha admitido públicamente que estos ataques son una preparación a una potencial incursión de las tropas israelíes.
“Se puede oír los aviones desde aquí; estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbolá”, declaró el jefe de las Fuerzas Armadas israelíes ante una brigada de tanques.
“Su entrada allí con fuerza (…) mostrará [a Hezbolá] lo que es encontrarse con una fuerza de combate profesional”, añadió.
Halevi asegura que las Fuerzas de Defensa de Israel están atacando de manera continua y simultánea centenares de posiciones militares de Hezbolá, pero la cifra total de víctimas mortales da una idea de la brutalidad que los libaneses sufren sobre el terreno.
Durante el día de ayer fueron 81 muertos y 400 heridos. Y desde el lunes, son más de 650 víctimas mortales, de las cuales más de 50 son niños y otras decenas de víctimas son civiles. La ocupación de parte del territorio sería relativamente sencilla para Israel puesto que hay un margen de 10 kilómetros hacia dentro de Líbano donde casi todo el mundo ha abandonado la zona.