Los síntomas pueden variar en intensidad según la persona y se presentan cuando el efecto del alcohol comienza a disiparse del organismo.
La resaca, una desagradable consecuencia del consumo excesivo de alcohol, se manifiesta a través de una serie de síntomas físicos y mentales que afectan a quienes la experimentan. Los estos síntomas pueden variar en intensidad según la persona y se presentan cuando el efecto del alcohol comienza a disiparse del organismo.
¿Qué es la resaca?
La resaca, conocida por ser consecuencia de un consumo excesivo de alcohol, presenta un grupo de síntomas que afectan a quienes la padecen tras una ingesta excesiva de bebidas alcohólicas. Estos síntomas típicamente incluyen dolor de cabeza, náuseas y cansancio.
Las manifestaciones físicas más comunes de una resaca comprenden debilidad, sed, dolor muscular y dolores estomacales. Aunque varían en cada individuo, estos signos son reconocibles y comienzan a aparecer una vez el efecto del alcohol empieza a disminuir en el organismo.
Este fenómeno puede variar considerablemente entre las personas debido a factores como el tipo y cantidad de alcohol ingerido, así como la condición física y las características metabólicas individuales. Por lo tanto, no todos experimentan la resaca de la misma manera o con la misma intensidad.
¿Cuáles son las causas de la resaca?
Diversos factores contribuyen a la aparición de la resaca. Comprender estos elementos puede ayudar a reducir sus síntomas. El etanol, componente principal del alcohol, reduce la producción de la hormona antidiurética, responsable de que los riñones conserven agua. La disminución de esta hormona incrementa la producción de orina, lo que conlleva una deshidratación manifiesta con sed, mareos y aturdimiento.
Un segundo factor es la irritación que el alcohol provoca en los tejidos del estómago. Además, incrementa la producción de ácido gástrico y secreciones del páncreas e intestinos. Este fenómeno puede causar molestias digestivas, como dolor abdominal, náuseas y vómitos.
En el proceso de metabolización del alcohol, el cuerpo convierte el etanol en acetaldehído y posteriormente en acetato. Aunque estos pasos se realizan rápidamente, la acumulación de acetaldehído, altamente tóxico en altas concentraciones, puede llevar a efectos adversos.
El nivel de azúcar en la sangre también se ve afectado por el consumo de alcohol, produciendo una caída que puede provocar fatiga, debilidad, temblores y cambios en el estado de ánimo, e incluso convulsiones. Finalmente, el alcohol dilata los vasos sanguíneos.
Los efectos de la resaca
Un informe del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIH, por sus siglas en inglés), una reconocida entidad de Estados Unidos, destaca que los síntomas de la resaca pueden variar considerablemente de una persona a otra conforme a características físicas individuales. Según el NIH, el cuadro sintomático debido a un consumo excesivo de alcohol incluye fatiga, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al sonido, ansiedad, irritabilidad, sudoración y aumento de la presión arterial.
Los expertos del NIH consideran la resaca como una reacción común post-ingesta abundante de alcohol. Indicaron que los síntomas ocurren como consecuencia de tomar demasiado y afectan el bienestar general del individuo durante las horas posteriores al consumo. Además, subrayaron que tanto el grado como el tipo de síntomas pueden variar según la constitución y la tolerancia alcohólica de cada persona.
5 claves para aliviar la resaca
Aliviar la resaca puede ser una tarea desafiante, pero existen algunas claves que pueden ayudarte a sentirte mejor más rápido tras una noche de excesos. La doctora Sharon Horesh Bergquist, médica en Emory Healthcare y profesora de medicina, ha subrayado en declaraciones a CNN los siguientes recomendaciones para seguir para aliviar la resaca.
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta es evitar las bebidas alcohólicas dulces. Los cócteles son famosos por provocar resacas debido a su alto contenido en azúcar, que enmascara el sabor del alcohol. Optar por bebidas menos dulces puede ayudarte a reducir el malestar al día siguiente.
Además, es fundamental no tomar alcohol con el estómago vacío. Comer antes de beber puede ayudar a evitar que el alcohol se absorba rápidamente en el organismo, lo que te permitirá mantenerte más consciente de tu consumo y reducir el riesgo de una resaca severa.
Elegir con cuidado las bebidas también puede marcar una gran diferencia. Las bebidas con menos congéneres, que son químicos naturales que irritan los vasos sanguíneos y el tejido cerebral, tienen menos probabilidades de causar resacas severas. Aunque cualquier bebida alcohólica puede provocar resaca, optar por aquellas con menos congéneres puede ser una estrategia útil.
Beber agua mientras consumes alcohol es otro consejo importante. Mantenerse hidratado puede ayudar a combatir la deshidratación, uno de los factores clave detrás de la resaca. Sin embargo, es importante señalar que esto no mejorará otros efectos negativos como la falta de concentración o la pérdida de habilidades espaciales.
Finalmente, comer algo al día siguiente puede ayudar a calmar el estómago. Aunque algunos creen que los alimentos grasosos ayudan a absorber el alcohol, esto es un mito. De hecho, los alimentos grasosos pueden irritar más el estómago. Por lo tanto, es más efectivo optar por proteínas y carbohidratos saludables, según sugieren los expertos.
Siguiendo estas cinco claves, puedes reducir significativamente los efectos negativos de la resaca y recuperarte más rápido.
Qué hacer para no volver a sufrir resaca
Para evitar los efectos negativos de una resaca, tanto la Mayo Clinic como la Universidad de Harvard recomiendan tomar medidas preventivas, ya que el alcohol afecta de manera distinta a cada persona. La mejor estrategia es consumir alcohol con moderación. Alternar las bebidas alcohólicas con agua ayuda a reducir las probabilidades de deshidratación.
Harvard Health Publishing sugiere que las mujeres no excedan los 360 mililitros de cerveza al 5 % de alcohol (un trago al día), mientras que los hombres deben limitarse a dos tragos. Consumir alcohol lentamente y no más de un trago por hora es crucial. “Detenga el consumo antes de sentirse mareado,” aconsejan.
Además, la Mayo Clinic destaca la importancia de una buena alimentación antes de beber y evitar la presión social que conduce al exceso. Optar por bebidas bajas en congéneres, químicos que pueden agravar la resaca, también es recomendable.
Otros hábitos saludables incluyen descansar lo suficiente. Según NIH, “aunque puedan sentirse bien a la mañana siguiente, los efectos del alcohol pueden estar reduciendo su capacidad para realizar actividades.” Además, es aconsejable evitar medicamentos contra la resaca que contengan paracetamol.
