El fiscal Sandro Abraldes aseguró que la estrategia del exsenador de Tucumán tiene que ver con “provocar una instancia de revisión” en el fallo que lo sentenció a 16 años de prisión.
El fiscal que acusó durante el juicio a José Alperovich por abuso sexual, Sandro Abraldes, indicó que el exgobernador ya pidió la excarcelación, después de haber pasado su primera noche preso.
Sin embargo, descartó la posibilidad de que lo liberen pronto. En este sentido, Abraldes explicó que la defensa del exsenador presentó un pedido de excarcelación, pero que esto “no abriga la expectativa de que el juez deshaga lo que hizo ayer” y planteó su sospecha sobre ese pedido: “Supongo que tienen interés en provocar la instancia de revisión”.
Lo cierto es que la condena no está firme y por ese mismo motivo la defensa del político puede presentar una apelación y recurrir a Casación.
Alperovich pasó su primera noche preso. Fue llevado al hospital del complejo penitenciario de Ezeiza, donde le harán las primeras revisiones de salud y luego se definirá dónde quedará alojado.
Con respecto al fallo que condenó a 16 años de prisión al exgobernador por violación, el fiscal señaló: “Teníamos corroborado todo lo que su sobrina decía, las fechas, las reacciones del círculo y de su familia”.
“Presentamos el alegato y demostramos paso a paso cómo todo se corroboraba. Durante muchos años, estos delitos fueron interpretados como ‘dicho contra dicho’, y eso ya no es así hace bastante tiempo. Las pruebas se van construyendo con evidencias que forman un rompecabezas de pequeñas piezas”, agregó Abraldes.
El fiscal marcó una serie de evidencias que, según su mirada, fueron clave para que el fallo saliera favorable para la víctima. “En primer lugar, si es un acuerdo entre dos personas, ¿por qué alguien denuncia?”, cuestionó.
En ese sentido, dijo que había “asimetrías de edad, de poder y más repercusiones inmediatas” entre Alperovich y su sobrina, quien trabajaba como secretaria personal cuando era senador.
Abraldes también detalló que el comportamiento de la víctima fue clave para demostrar los hechos: “El cuerpo de la víctima presentó un cambio impresionante, ella juró que no iba a contar nada y su cuerpo explotó: bajó 10 kilos, se le cayó el pelo, se le rompieron las uñas”.
“Si usted suma eso, la repercusión en su círculo íntimo, el mensaje de su padre a Alperovich, me parece que la cosa queda muy evidente”, dijo en diálogo con Radio Mitre.
En otra entrevista que dio para Radio con Vos, Abraldes explicó que “había hechos cometidos en Buenos Aires y otros en Tucumán, porque la víctima hizo denuncias en cada lugar”.
“En Tucumán avanzó la investigación y los jueces plantearon incompetencias para que lo investigara una sola fiscalía. Él estuvo en la primera audiencia y después le pidió permiso al tribunal para poder seguir a través de zoom. El juez le dijo que cuando fueran los alegatos tenía que estar acá”, relató.
Por otra parte, se refirió al vínculo laboral que tenían: “El trabajo de ella fue excelente, es una persona profesional. Pero uno dice, ¿a qué se debe tanta generosidad? Si uno lleva a alguien a su ala más inmediata, la mete en su círculo inmediato; no tengo otra explicación que la que estamos dando”.
El fiscal contó que el exfuncionario trataba de ganarse a la víctima hablándole de las oportunidades laborales que podría tener a su lado: “Trataba de ensalzarse a sí mismo con una ostentación de liderazgo, conexiones políticas y riquezas”.
Por su parte, Santiago Vismara, el fiscal que inició la instrucción contra José Alperovich, reconoció en diálogo con TN que en un primer momento “fue bastante complicado lograr que el caso quedara en la Justicia Nacional”.
“Había dos denuncias simultáneas, una en Tucumán y otra en Buenos Aires. Pudimos impugnarlo y llevar el caso hacia la Corte Suprema, donde se estableció que la investigación tenía que quedar en la Ciudad de Buenos Aires y comprendiendo todos los hechos”, explicó Vismara.
En ese sentido, dijo estar “satisfecho con lo que se logró” y anticipó que la defensa del exogbernador “tiene derecho a poner un recurso de casación contra la sentencia condenatoria que dictó el juez”.