El crack argentino apenas pudo descontar en la final ante un deslucido equipo de Ernesto Valverde, que quedó al límite de la salida como entrenador.
Con la chance de poder cerrar una temporada con un sabor amargo por la dura caída en la semifinal de la Champions League ante Liverpool, Barcelona viajó a Sevilla para enfrentar a Valencia en la final de la Copa del Rey y recibió un golpe inesperado que replantea al equipo de cara a la nueva temporada.
Con las ausencias obligadas por lesión de Luis Suárez y Marc-Andre Ter Stegen, el equipo catalán nunca reaccionó y desde el arranque recibió dos cachetazos letales. Primero, Gameiro puso el 1 a 0 ante la mirada de la defensa, y 12 minutos después apareció Rodrigo para el 2 a 0 y así se fue a la primera parte.
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En el segundo tiempo, el conjunto catalán nunca respondió, pero aún así logró el descuento en los pies de Messi, que aprovechó un rebote en el área, para marcar n su sexta final de Copa del Rey y así poner a tiro a Barcelona. Sin embargo, la reacción nunca apareció y con varias chances para liquidar, Valencia sufrió el final pero logró el ansiado título.
Luego de 11 años, el equipo “Che” vuelve a levantar un trofeo, tras haberse quedado con la edición de este torneo en 2008. Además, conquistó el octavo triunfo en su historia en este certamen, de la mano de un equipo que vuelve a meterse en el plano, tras pelear el descenso en varias temporadas.