Milei volvió a la Argentina, a la espera de una reunión con Macri para negociar un posible acuerdo con el PRO

Milei volvió a la Argentina, a la espera de una reunión con Macri para negociar un posible acuerdo con el PRO

El Presidente aterrizó a las 8:05 en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Vuelve a encarar los desafíos de la política local con cuestiones clave para su Gobierno.

El presidente Javier Milei regresó hoy al país para retomar su gestión local, luego de una semana en el exterior. El Presidente aterrizó a las 8:05 en el aeropuerto internacional de Ezeiza. En el país lo esperan múltiples conflictos con los gobernadores de todo el arco político y con la oposición dialoguista, que le bloqueó la Ley Ómnibus la semana pasada. Los mismos a los que acusó de “delincuentes” y “valijeros”.

Durante el viaje, cuando faltaba alrededor de una hora para volver a pisar suelo argentino, el mandatario recorrió todo el avión de la empresa ITA para saludar a los pasajeros.

El jefe de Estado regresa con un saldo positivo de su gira por Israel y Roma, donde ayer por la mañana estuvo reunido con el Papa Francisco durante poco más de una hora. El Sumo Pontífice suele dejar en claro sus posturas con mensajes indirectos como los regalos que se intercambian los jefes de Estado, el tiempo de recepción en el Vaticano o las expresiones corporales que quedan retratada en las fotos protocolares.

En todos esos mensajes simbólicos Francisco tuvo una intención manifiesta de abrazar la figura de Milei, más allá de sus diferencias ideológicas y de haber tolerado que le diga que era el “representante del maligno” en la tierra. Las críticas desmedidas y agresivas parecen haber quedado en el pasado. No por las disculpas del Presidente, sino por la camaradería del Papa.

“Fue histórico el encuentro. Mejor imposible”, aseguró un importante funcionario de la Casa Rosada después de la visita de Milei a la santa sede. En el Gobierno estaban preparados para un encuentro más duro y para gestos más adustos. Incluso, el vocero presidencial, Manuel Adorni, pareció atajarse cuando en su última conferencia de prensa de la semana anticipó que el encuentro duraría “cerca de 15 minutos”, tiempo similar a la reunión que había mantenido con el ex presidente Mauricio Macri.

Para sorpresa del Gobierno, Francisco recibió a Milei con una sonrisa, dejó que lo abrazara durante la ceremonia de canonización de Mama Antula, intercambió alguna humorada y lo escuchó hablar un largo tiempo sobre la situación económica del país, la herencia recibida y su plan de ajuste fiscal en búsqueda del déficit cero.

Solo hubo una disociación de contenidos en el mensaje de Milei y Francisco. Tras las reunión en el Vaticano, el Presidente le dijo a Infobae que el Papa “se mostró satisfecho por el programa económico y su contención social”, mientras que el comunicado del Vaticano describió el encuentro con más sobriedad y no hubo trascendidos del entorno papal sobre una referencia similar a la que expresó el libertario.

“Durante las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado, se expresó satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República Argentina y el deseo de reforzarlas aún más. A continuación, se detuvieron en el programa del nuevo Gobierno para enfrentar la crisis económica. En la continuación de la conversación, se abordaron varios temas internacionales, en particular los conflictos actuales y el compromiso por la paz entre las naciones”, fue la descripción del comunicado sobre el encuentro.

Las diferencias son sustanciales. Pero no hubo desmentidas oficiales ni trascendidos desde el Vaticano que modifiquen la afirmación de Milei durante sus últimas horas en Roma. La postura de Francisco parece ir en paralelo a los reclamos de Cáritas en los últimos días por la demora en entrega de alimentos a los comedores populares. O, tal vez, sean dos caras de la misma moneda. Una más crítica y apegada a la realidad cotidiana, y otra más protocolar y rodeada de un significado político trascendente en un contexto de crisis política y económica en la Argentina.