Aún no se sabe si los atacantes fueron a rescatar o a matar a un recluso que había sido trasladado por el Servicio Penitenciario. También le dieron un balazo en cada pierna a una enfermera.
Leoncio Bermúdez, policía de la fuerza santafesina, fue asesinado de un tiro en la cabeza en Rosario luego de que cuatro sicarios ingresaron al Hospital Provincial, ubicado en el Barrio Martín. También una enfermera resultó herida, con dos balas recibidas en sus piernas.
Un preso, identificado como Gabriel Lencina, de 29, condenado a 22 años por una serie de violentos crímenes, fue el foco de la situación. Las autoridades intentan esclarecer si los delincuentes buscaban rescatar o matar al recluso que había sido trasladado por el Servicio Penitenciario, según pudo saber Infobae. El expediente está en manos de la fiscal Gisela Paolicelli.
El hecho ocurrió pasadas las 22 horas de este martes, cuando al menos cuatro sicarios llegaron al hospital que se encuentra en las calles Alem y Zeballos, a bordo de un Fiat Uno Blanco. Descendieron del vehículo y le dispararon un tiro en la cabeza al oficial, de 40 años de edad. Las intenciones de los delincuentes aún se desconocen.
Además, abrieron fuego contra una enfermera que se encontraba presente, a quien hirieron de un balazo en cada una de sus piernas.
Tras el ataque, el policía fue trasladado de inmediato al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), en donde ingresó con un paro cardíaco, por lo que los médicos de guardia iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, los intentos fueron en vano, ya que su cuadro era muy delicado. Bermúdez murió cerca de las 23 horas de este martes.
Mientras los especialistas hacían lo posible por salvarle la vida, se montó un operativo en las inmediaciones del hospital provincial para comenzar con el relevamiento de pruebas.
De acuerdo con información de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), los peritos encontraron en el lugar 6 vainas servidas, sangre y el cargador de la pistola del oficial en el suelo. Su arma, por otro lado, estaría en manos del personal de la Policía Motorizada.
De esta manera, la seguidilla de asesinatos que se inició el pasado sábado en Rosario parece no tener freno: hubo ocho víctimas en siete días, contando el nuevo crimen del policía.