Según los expertos, los envases plásticos descartables contienen el químico bisfenol-A (BPA), que puede interferir con las hormonas del cuerpo, y actúan como disruptores endocrinos.
Muchas personas optan por utilizar la misma botella de plástico una y otra vez para evitar comprar otra o mismo para reducir el uso de plásticos. Sin embargo, los especialistas afirman que recargar la botella de agua puede ser dañino para la salud.
Los especialistas del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos sostiene que recargar los envases plásticos con agua para beber es un peligro para la salud, ya que contienen químicos y microplásticos que pueden dañarla.
Según los expertos, los envases plásticos descartables contienen el químico bisfenol-A (BPA), que puede interferir con las hormonas del cuerpo, y actúan como disruptores endocrinos.
“El BPA (que también se encuentra en algunos juguetes infantiles) es seguro en niveles bajos, pero se ha prohibido la sustancia química en los envases de fórmula, biberones y vasitos para sorber”, advirtió la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
En un estudio científico, realizado por la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia, se descubrió que “más del 90% del agua embotellada contiene microplásticos”. Según sostienen los expertos, casi todos estaban contaminados con nailon, tereftalato de polietileno (PET), polipropileno y poliestireno.
Además, los científicos alertan que los químicos que se encuentran en los envases plásticos pueden ocasionar pubertad precoz, trastornos cerebrales, problemas de desarrollo, dificultades reproductivas y problemas inmunológicos, entre otros.
Su contacto con el cuerpo humano puede ser mediante la alimentación, el agua contaminada y por aire. Los ftalatos son aditivos químicos que se usan con el fin de mejorar la durabilidad o la consistencia de los plásticos y gran cantidad de productos de consumo. Su presencia en algunos objetos puede ocasionar el cáncer infantil.
Investigadores de la Universidad de Vermont, junto con la Universidad de Aarhus y el Hospital Universitario de Odense en Dinamarca, realizaron un estudio científico donde relacionaron los ftalatos (químicos que se utilizan para mejorar la durabilidad de los plásticos y otros productos de consumo) y el cáncer infantil.
A partir de esto, los expertos pudieron observar que la exposición a ftalatos en la niñez se asoció con una tasa un 20% más alta de cáncer infantil, con un índice casi tres veces más alto de diagnóstico de osteosarcoma, un tipo de cáncer de hueso, y una tasa dos veces más alta de diagnóstico de linfoma (cáncer de la sangre). Sin embargo, no se observó una relación entre la exposición a ftalatos durante la gestación (en el útero) y el cáncer infantil.