Jorge Martínez, entrenador de las chicas, es acusado por la jefa de prensa del plantel.
Jorge Martínez, director técnico del equipo femenino de primera división de Boca Juniors, fue denunciado por abuso sexual a una empleada de la institución, confirmaron fuentes del club.
Florencia Marco, jefa de prensa del equipo femenino, hizo la denuncia ante la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Nro 22 por abuso sexual simple, después de informar los hechos al Departamento de Inclusión e Igualdad de Boca, el pasado 1 de febrero.
Martínez, de 49 años, es acusado de protagonizar situaciones de acoso, intimidación y manoseo a la víctima desde su asunción como técnico en enero de 2022.
Marco, empleada desde 2011, denunció el acoso internamente en el club, que activó el Protocolo de Prevención y Acción Institucional para casos de discriminación, acoso y violencia por razones de género y orientación sexual, aprobado en septiembre de 2021.
Boca no hizo ninguna manifestación institucional sobre el hecho y le pidió que tomara vacaciones para luego otorgarle una licencia hasta finales de abril hasta completar el proceso administrativo de la investigación.
Martínez continuó en el cargo de entrenador y este domingo dirigió el superclásico que Boca le ganó a River Plate en la Bombonera por el Campeonato Femenino de la AFA.
El hecho denunciado encuadra como punible de sanción dentro del reglamento que Boca institucionalizó por impulso de la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad, Adriana Bravo, que también ejerce el cargo de vicepresidenta tercera.
Esa norma “contempla todos los hechos de violencia en razón de género que se produzcan dentro de las instalaciones del club o que afecten a éste, como así también todas las personas, sin necesidad de distinguir el tipo de modalidad que los vincule con la institución”.
El protocolo regula “los comportamientos, acciones, omisiones y conductas realizadas por sus autoridades, dirigentes, asociados, asistentes, invitados, participantes, deportistas, auxiliares, empleados/as, terceros/as que presten servicios permanentes o temporales, gratuitos u onerosos, que colaboren con la institución, que se encuentren en la institución o en cualquiera de los ámbitos de aplicación y/o cualquier otra persona que se reconozca afectada en el ámbito de la institución o que afecten al mismo”.
Las situaciones de violencia reconocidas por ese reglamento alcanzan el ámbito físico, psicológico, sexual, económico y patrimonial y simbólico.
La activación del protocolo requiere de la presentación de una denuncia de la víctima o allegado a ella ante el Departamento de Inclusión e Igualdad del club, según lo dispuesto en Boca.
Una vez producida, el Departamento de Inclusión e Igualdad estipula que la persona denunciante sea atendida por un equipo interdisciplinario creado especialmente para el caso a los fines de una escucha activa y presencial.
Cumplida esa etapa, Boca puede iniciar un sumario contra la persona denunciada o archivar el caso. Si hubiere sumario, la resolución quedará a cargo del Tribunal de Disciplina del club.
El Departamento de Inclusión e Igualdad quedó en el centro de la polémica por su débil actuación en el caso del futbolista colombiano Sebastián Villa, quien fue denunciado hace un año por abuso sexual y nunca recibió ninguna sanción concreta de parte del club.