En un juicio abreviado, recibió la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y una inhabilitación de 10 años para ejercer cargos públicos
Una policía de Rosario que fue detenida a comienzos de marzo por filtrar información a la presunta célula de Los Monos que opera en los barrios Ludueña, Industrial y Empalme Graneros –y que integra su hijo, un presunto gatillero–, fue condenada este jueves.
Se trata de la suboficial Analía Lorena Francia, de 47 años, que recibió la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y una inhabilitación de 10 años para ejercer cargos públicos.
La sentencia, por encubrimiento agravado e incumplimiento en los deberes de funcionario público, tuvo lugar después de que el fiscal de Balaceras Pablo Socca y la defensa de la agente acordaran los términos del juicio abreviado que se celebró pasado este mediodía en el Centro de Justicia Penal ante el juez penal de primera instancia Rodrigo Santana, que lo homologó.
Francia fue arrestada el 1º de marzo pasado en Mendoza al 600, cuando personal de la Agencia de Control Policial (ex Asuntos Internos) lo abordó al regresar de pasear con sus perros. Este jueves, tras la condena, recuperó la libertad.
De acuerdo a la investigación del fiscal Socca, la suboficial –mientras estaba con carpeta médica– pasó datos a presuntos miembros de la célula de Los Monos para que no sean encontrados en allanamientos que estaban por realizarse.
Según las conversaciones telefónicas que constan en la causa, los beneficiados con esos avisos fueron Jonatan Almada, uno de los cabecillas de la presunta célula de Los Monos, y Alan Nahuel Carlini, un presunto tiratiros que fue asesinado el 7 de enero en Solís al 300.
La agente daba información personalmente a los presuntos narcos, o la hacía llegar a través de terceros, a sabiendas de que su hijo Kevin Israel Fracchia (22 años) también formaba parte de la estructura de la banda como extorsionador, vendedor de droga y gatillero, según la causa en trámite.
En una conversación mantenida vía mensajes de Whatsapp, el 18 de agosto del año pasado, el sicario Carlini le contó a Almada: “Quiero hablar urgente con vos. Está todo podrido. Amigo, me llamó la mamá de K. Le dijeron que sos el último eslabón que agarran y caen todos. Cuidate, hermano. El gil de Fabio Giménez se ve que batió la cana, algo así me dijo. La preguntaron si te conocía y ella dijo que no, por eso me llamó para que te avise que te iban a poner captura, hermano”.
Cabe aclarar que el aludido Fabio Giménez es otro preso que acumula causas por homicidios por encargo y extorsiones.
Ese diálogo no fue uno más, ya que tuvo lugar tres días antes de un megaoperativo en todo barrio Ludueña y Empalme Graneros contra Los Monos. De esa forma, la policía buscó frustrar la detención de Almada, uno de los cabecillas, pasando datos reservados. De hecho, en un momento de la conversación, Carlini le dijo a Almada: “Me dijo del tema del allanamiento, que saque todo de la casa y de acá también”.
Por la misma investigación por la que fue condenada este jueves la suboficial continúa preso su hijo Kevin, que ya era conocido en las crónicas policiales de Rosario, puesto que en agosto pasado fue aprehendido en barrio Ludueña después de una balacera ocurrida minutos antes. En ese procedimiento, la Policía secuestró el Nissan en el que se desplazaba y un carnet que estaba en el auto, que pertenecía a Almada, casualmente, uno de los presuntos cabecillas de la célula de Los Monos.
El padre de Fracchia, y ex pareja de Analía Francia, también figuró en crónicas policiales, ya que el 5 de agosto del año pasado fue asesinado de tres tiros en la puerta de su casa de Esquiú y Larrea. Desde un primer momento, los testimonios indicaron a la Policía que el ataque estaba dirigido hacia su hijo.