El plan contemplaba que la aeronave descendiera sobre el predio de la unidad penitenciaria, que el preso se trepara a una especie de red y que fuera trasladado colgado. Hay cuatro detenidos y continúan con la búsqueda de un prófugo.
Con redacción de Diario Uno.
Los investigadores del intento de fuga del capo narco Lindor Alvarado, que fue desbaratada ayer cuando se descubrió que pretendían rescatarlo en helicóptero del penal de Ezeiza, determinaron que el plan contemplaba que la aeronave descendiera sobre el predio de la unidad penitenciaria, que el preso se trepara a una especie de red y que fuera trasladado colgado hasta General Rodríguez, donde lo iban a esperar cómplices para escapar.
Fuentes judiciales informaron a la agencia oficial de noticias Télam que los cuatro detenidos, entre ellos el propio Alvarado, serán indagados el próximo lunes por el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, mientras los investigadores continúan con la búsqueda de un prófugo que ya está identificado, apodado “Lobo”, que era quien piloteaba el helicóptero.
Según la pesquisa, el intento de fuga de uno de los capos narcos más importantes del país, líder de una organización enfrentada a “Los Monos” de Ariel Máximo “Guille” Cantero en Rosario, comenzó a planificarse hace seis meses.
Los investigadores de la Policía Federal lograron obtener el 2 de marzo último el dato a través de una persona que declaró como testigo de identidad reservada ante el Ministerio de Seguridad y, desde entonces, se comenzó a trabajar sobre el tema, con la colaboración de los fiscales de la Procunar, Diego Iglesias y su secretario Matías Álvarez, y la fiscal federal Cecilia Incardona.
Con la información obtenida, los pesquisas, que contaron con la colaboración de efectivos de las Direcciones de Seguridad y de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), lograron acceder al teléfono celular que utilizaba el capo narco dentro de su pabellón y, mediante un sofisticado programa tecnológico, “clonar” su chat de Whatsapp y el de su interlocutor.
Ese operativo de rescate se frustró, porque ese día, tres jueces de jurisdicciones distintas ordenaron la realización de distintos allanamientos en la cárcel de Ezeiza y del penal de Rawson, en el marco de operativos ante la sospecha de que desde el penal se organizaban balaceras y delitos vinculados al narcomenudeo.
De acuerdo a la investigación, esa misma tarde los investigadores policiales realizaron un seguimiento de una camioneta Ford EcoSport en la que fueron individualizados un hombre y una mujer, pero que no lograron ser detenidos.
Detectives de la PFA lograron acceder de manera remota al teléfono de uno de los sospechosos que se hacía llamar “Lobo”.
En ese teléfono, los investigadores establecieron que registraba tres únicos contactos, uno de los cuales era “Esteban”, con quien mantuvo un intercambio en el que ultimaban detalles para un nuevo intento de rescate.
Además, establecieron que “Lobo” registraba ingresos a través de la red social YouTube en busca de videos de perfeccionamiento en el manejo de helicópteros Robinson 44.
Los investigadores también advirtieron una triangulación de llamadas entre “Esteban”, el “Lobo” y una tercera persona identificada como “Gringuito”, que -se presume- es un hombre que fue identificado como Gianluca Orpianesi.
Ante esa situación, la maniobra volvió a reflotarse ayer viernes, pero los pesquisas de la PFA y del SPF ya estaban al tanto de los movimientos.
Según las fuentes judiciales, cuando ayer se activó el plan, el SPF resguardó a Alvarado dentro de otro pabellón de Ezeiza y aguardó la llegada del helicóptero al penal.