Alberto Fernández será recordado como el peor presidente

Alberto Fernández será recordado como el peor presidente

Comentario editorial de Martín Sperati.

La gestión de Alberto Fernández ha perdido centralidad conforme pasó el tiempo. El actual presidente, será recordado como el peor de la historia como mandatario en democracia.

Su andar fue insulso. Nunca tuvo poder real. Se jactó de que iba a cerrar la grieta y la profundizó más. Se jactó de que iba a encender la economía y la empeoró. No solo eso, no se hace cargo de sus propias indefiniciones. Le echa la culpa a la guerra, a la pandemia y le sigue echando la culpa a Macri.

Por más que esté 20 años gobernando, la sensación es que le va a seguir echando la culpa a Macri. Porque la lógica es esa, no hacerse cargo.

Cuando una persona apela sistemáticamente a la culpabilidad, pierde liderazgo. Algo hiciste mal, maestro. Mirate a vos mismo, analizá la gestión puertas adentro, hacé una autocrítica puertas afuera y tomá el control de la gestión.

Acá no hay ni una ni la otra. Ni autocrítica, ni liderazgo para revertir el mal momento que pasa este país.

Fernández será recordado como el presidente al que le votaron muy pocas leyes. Ni su propia tropa lo apoyó. Tal es así que les aterra la idea de que se presente por su reelección. Saben que es un ancla. Que arrastra al resto de los suyos.

Fernández será recordado como un presidente dubitativo en el plano internacional. Como una persona que habla tantas inconsistencias como días que no gobernó con decisión. Nunca supimos hacia dónde íbamos. Nunca tuvimos un plan sobre la mesa. Hablando de la mesa, prometió la mesa contra el hambre en la que no quedó ni el mantel. Fue una puesta en escena monumental. Ni el hule quedó. Antes de poner un solo plato en esa mesa, los comensales ya no estaban.

La guerra contra la inflación, otra pantomima. Golpeando la mesa prometió comenzar el viernes. Lo que no sabemos qué viernes. Quizá sea algún viernes en la cabeza de la gente como la inflación que la genera la gente en su cabeza.

Alberto, mañana dará su discurso en el Congreso. Sin dudas, la ponencia más irrelevante que se pueda esperar de un mandatario. ¿Qué dirá? ¿De qué nos va a convencer si no puede convencerse a sí mismo? ¿Irá Cristina? ¿Irá Máximo? ¿Habrá aplausos?