Sucedió en Macusani, donde también reportaron un herido y ataques a la sede judicial y a una comisaría. Desde el inicio de las protestas, se contabilizaron 52 víctimas fatales.
Un enfrentamiento entre manifestantes y policías en Macusani, al sur de Perú, causó la muerte de una mujer y dejó a otra persona herida. Todo sucedió en el marco de las protestas para exigir la renuncia de la presidenta peruana, Dina Boluarte.
El Hospital San Martín de Porres de aquella ciudad andina informó, en un comunicado, que la víctima mortal fue una mujer de unos 35 años, identificada como Sonia Aguilar Quispe, pobladora del distrito de Ayapata, quien “ingresó al servicio de emergencia sin signos vitales”.
El centro de salud precisó, en paralelo, que también recibió a Salomón Valenzuela Chua, un hombre de 30 años que quedó con pronóstico reservado tras presentar “un traumatismo torácico abierto”.
“Actualmente el personal de salud viene garantizando la atención oportuna a la persona herida que permanece internada en el nosocomio, invocamos a la población a mantener la calma y evitar situaciones que pongan en riesgo su vida e integridad física”, concluyó el comunicado del hospital.
Esta nueva muerte en el sur de Perú elevó a 52 el total de fallecidos durante las protestas antigubernamentales que comenzaron en diciembre pasado en todo Perú.
Poco después de confirmarse la muerte de aquella mujer, una turba quemó una comisaría y una sede del Poder Judicial, según medios locales. Agentes de la policía fueron rescatados por un helicóptero para salvar sus vidas durante el ataque a la sede de la fuerza policial, señaló el canal N de televisión.
Al respecto, el presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo, declaró al Canal N que en el juzgado mixto y penal de Macusani prendieron fuego “a los expedientes”
Arévalo denunció que ve “un patrón” de ataques a instituciones de seguridad y la Judicatura durante las protestas antigubernamentales desde que comenzaron en diciembre.
“Es un patrón que yo veo, que atacan el Poder Judicial, la Fiscalía y la Policía, pareciera que alguien persigue destruir la actuación de la Justicia y la investigación para ocultar algo y eso es preocupante”, remarcó.
El presidente de la Judicatura remarcó que los ciudadanos “pueden reclamar sus derechos”, por consideró que “no son los que están detrás de estos actos”.
Sostuvo que ataques similares se han presentado en otras regiones sureñas como Cuzco, Apurímac o Ayacucho, y le pidió a la presidenta de Perú, Dina Boluarte, “que tome medidas, no represivas, no de sacar y disparar contra la gente, sino que tiene que buscar el justo equilibrio y poner orden” en el país.
Los enfrentamientos de este miércoles en Macusani se produjeron en vísperas de una gran marcha en Lima y un paro nacional.
“La lucha va a continuar”, advirtió un líder sindical
Mientras tanto, el secretario general de la Confederación de Trabajadores del Perú, Gerónimo López, advirtió que las marchas continuarán hasta lograr la renuncia de la presidenta.
“La lucha del pueblo peruano no acaba mañana, la lucha va a continuar si es que se pretende que la señora Dina Boluarte no escuche al pueblo”, dijo en conferencia de prensa.
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) convocó a un paro nacional y una movilización la tarde del jueves en Lima.
“Es una movilización justa, democrática, de ciudadanos que han llegado de las regiones y también de acá, de Lima, donde están exigiendo la renuncia inmediata de Dina Boluarte, convocatoria a nuevas elecciones este año 2023 y el cierre del Congreso”, añadió.
Perú vive intensas protestas desde la primera semana de diciembre, cuando el Congreso destituyó al presidente izquierdista Pedro Castillo por un fallido golpe de Estado con el cual intentó cerrar el Parlamento, gobernar por decretos y convocar a una Asamblea Constituyente.
El epicentro de las protestas es Puno, una región de indígenas aymaras e históricamente postergada.
La vicepresidenta Dina Boluarte reemplazó a Castillo, de acuerdo con la ley, pero el alto costo en vidas de la represión de las fuerzas del orden, encendió la indignación en su contra.
Las protestas empezaron en las zonas andinas del sur peruano y se han extendido hasta Lima.
Boluarte ha dicho que no renunciará y propuso al Congreso, dominado por la derecha, adelantar las elecciones para abril de 2024 en lugar de realizarlas en 2026, cuando finaliza su mandato.