El Gobierno evalúa emitir billetes de mayor denominación: proyectos para el de $2.000 y $5.000

El Gobierno evalúa emitir billetes de mayor denominación: proyectos para el de $2.000 y $5.000

Desde el ejecutivo nacional estudian la medida ante la pérdida de valor del billete máximo. Por su parte, desde los bancos buscan sacar de circulación los billetes de menor alcance.

Parece que cada tanto todo vuelve a repetirse en la Argentina. Así como el el fenómeno de la alta inflación que castiga a la economía amenaza con haber llegado para quedarse, con las tasas más altas desde 1991, la necesidad de billetes de alta denominación para que el consumo funcione con cierta normalidad vuelve al debate.

Ahora se habla de la posible emisión de un billete de 5.000 pesos, que pasaría a ser el de mayor denominación, habida cuenta de la pérdida de valor del actual, el de 1.000 pesos, cuyo poder de compra se consumió apenas cinco años después de su nacimiento.

Según pudo reconstruir Infobae, “hay conversaciones” entre funcionarios de los organismos de Gobierno involucrados -Ministerio de Economía, Banco Central y Casa de la Moneda- para impulsar la emisión de un nuevo billete aunque “no se habló de ninguna denominación en particular”.

La complicación de efectuar compras con billetes de baja denominación incentiva las operaciones electrónicas y el “blanqueo” de la actividad.

Desde las cámaras del sector bancario se reiteraron los reclamos en los últimos meses, debido al elevado costo logístico involucrado en el traslado, carga de cajeros automáticos y la custodia de los billetes, que se incrementa en proporción a la cantidad de unidades.

Sin embargo, trascendió que las entidades chocan con cierta renuencia oficial a un billete de mayor denominación bajo un argumento fiscal: los billetes de baja denominación incentivan el uso de dinero electrónico, dada la molestia de cargar y usar muchos billetes para consumos cotidianos, un hábito cada vez más extendido que contribuye a “blanquear” y regularizar buena parte de la actividad económica que ahora queda registrada y antes se operaba de contado, “en negro” y sin ticket.