La “batalla de la Recoleta” impide resolver los problemas reales de Argentina

La “batalla de la Recoleta” impide resolver los problemas reales de Argentina

Comentario editorial de Martín Sperati.

Lo que pasó el día sábado con los disturbios cerca de la casa de CFK es la prueba cabal de que en Argentina ganó la intolerancia, la patota, el totalitarismo y perdió por goleada el consenso y la posibilidad de un mero acercamiento entre dos tribunas que se disputan el poder.

La idea del “ellos y nosotros”. Cada uno con su argumento. Exacerbado por los canales de televisión partidarios que ayudan a la escalada de violencia.

Nadie plantea cómo salimos de todo esto. Las cartas están echadas. Cada sector defiende su postura. La culpa la tiene el otro, es obvio ¿no lo ves?

Nadie se escucha, todos gritan. Todos defienden, todos atacan. La sensación de que el narcisismo se está apoderando de lo colectivo.

Vallas, policías filmando, patoteros atacando y rompiendo todo y dirigentes políticos radicalizados acentuando su postura de división. Ellos los malos. Nosotros los buenos.

Mientras tanto amplios sectores sobreviven bajo la línea de pobreza. La inflación destruye bolsillos. El narcotráfico reina en diversas zonas del país. La inseguridad ya es parte de nuestras vidas. La educación retrocede de modo sostenido. La corrupción exhibe su carácter sistémico y la impunidad es moneda corriente.

Todo esto mientras los dirigentes partidarios siguen peleando en esta suerte de batalla de la Recoleta.

Todos juegan. Todos especulan con ganar las elecciones. Espectáculo lamentable.