El Presidente advirtió además que “los especuladores no harán cambiar el rumbo” del Gobierno, al poner en marcha un espacio para acercar a las vecinas y los vecinos productos de calidad a precios accesibles que beneficiará a más de 800 mil personas.
Antes que se conozca el nuevo dato de inflación de julio, el presidente Alberto Fernández adelantó que esta semana convocará junto al ministro de Economía, Sergio Massa, a empresarios y sindicalistas para “alinear precios y salarios por 60 días”.
“Hablábamos con Sergio (Massa) y estamos de acuerdo en una idea: en el transcurso de esta semana vamos a convocar a empresarios, sindicalistas de la Argentina, a sentarnos en una mesa, marcarnos una hoja de ruta para alinear precios y salarios por 60 días para que los argentinos dejen de padecer la inestabilidad que hoy viven en materia de precios”, dijo Fernández.
El mandatario iba a estar acompañado por Massa en el acto en Lomas de Zamora, pero el titular de la cartera que ahora nuclea a Economía, Agricultura y Desarrollo Productivo se bajó a último momento: “Estamos trabajando en un canje voluntario de deuda y por eso no está”.
Desde Hacienda ratificaron ese argumento y dijeron que Massa decidió quedarse en su despacho para seguir de cerca la puesta en marcha del canje de deuda que anticipó para despejar vencimientos hasta octubre.
“Se quedó trabajando en el Ministerio, no está para ir a un acto político”, dijeron desde su entorno ante la consulta de Clarín, luego de que trascendiera la versión de que no iba a estar presente en la inauguración del Mercado Lomas, un programa conjunto entre el Gobierno nacional y la Provincia.
El canje de deuda voluntario que mencionó el Presidente es, como informó Clarín, una operación de canje de títulos que vencen entre este mes y octubre por otros que se pagarán el año que viene. ¿Cuál es el atractivo de los nuevos bonos, que tienten a los acreedores a entrar al canje? Que el dueño de los nuevos títulos, al momento de recibir el pago, podrá elegir si quiere que se ajuste por la variación del dólar o de los precios (lo que haya resultado más alto).
La medida busca descomprimir los compromisos de deuda en pesos de los próximos 90 días, que rondan los $ 2,5 billones, mediante un canje de deuda voluntario, junto a la decisión de no pedir hasta fin de año adelantos transitorios al Banco Central (BCRA) como mecanismo de financiamiento del déficit público.
Massa había dicho que ya tenía asegurado un 60% de adhesión: se trataría de los bonos en manos de organismos públicos.
Alberto Fernández y la inflación, en tercera persona
En buena parte de su discurso, el Presidente puso el foco en la inflación y aseguró que es el problema que más le preocupa, pero también aprovechó para apuntar contra el Gobierno de Mauricio Macri.
“Es cierto que el mundo vive una inflación inesperada, que esa inflación golpea más en Argentina, que tiene una historia de inflación, pero yo solo para recordar, nosotros asumimos el gobierno con 54 puntos de inflación anual”, precisó.
Después de insistir en que es necesario hacerle “frente a los problemas”, volvió a hablar de la inflación pero esta vez en tercera persona: “Es uno de los problemas que más preocupa al Presidente de la republica. El Presidente quiere que los salarios le ganen a la inflación, quiere que de una vez por todas los precios se contengan y los especuladores desaparezcan de la escena”.
También insistió en la idea de que Argentina tiene la potencialidad de convertirse en proveedor de alimentos y de energía a nivel mundial ante la demanda que, precisó, será cada vez mayor por el impacto de la guerra.
“El mundo va a demandar alimentos y Argentina puede ser una gran productora de alimentos. No estoy hablando de mandar granos para alimentar cerdos, hablo de producir alimentos para la humanidad. El mundo en el futuro va a necesitar de energía y Argentina tiene el enorme privilegio de tener fuentes energéticas”, remarcó.