Ante la finalización de las vacaciones de invierno, entre este viernes y el domingo se prevé un incremento considerable de la circulación vehicular en la vía de comunicación interprovincial.
El túnel subfluvial “Raúl Uranga – Carlos Sylvestre Begnis” informó que entre este viernes y el domingo se prevé un incremento considerable en la circulación vehicular, tanto en jurisdicción del ente como en todas las rutas de la región, lo que podría ocasionar demoras en esa conexión interprovincial. La advertencia se señaló en el marco de la finalización de las vacaciones de invierno en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y el inminente retorno de turistas a sus lugares de residencia y trabajo.
Desde la entidad biprovincial explicaron que “Se conjugarán dos factores que tendrán incidencia directa en el funcionamiento del enlace: la finalización de las vacaciones de invierno; y la realización de eventos sociales, deportivos y culturales en la región, lo que promoverá un intercambio turístico en ambos sentidos pudiendo ocasionar demoras en el viaducto”.
En tal sentido, se solicita a los usuarios planificar el horario del cruce, teniendo en cuenta que la mayor carga vehicular podría ocurrir entre las 16 y las 21 horas del domingo. Asimismo, se solicita a los usuarios respetar los tiempos de las barreras del peaje y las velocidades de circulación establecidas.
Ante dicho escenario se debe comprender que, “si bien el viaducto posee características constructivas de alto estándar, también exhibe debilidades en función de un diseño concebido en los años 60’: en su interior, bajo el río Paraná, no existen banquinas ni salidas de emergencia, lo que obliga a trabajar con mayores niveles de previsión y seguridad que los requeridos en otros lugares”, detallaron.
BARRERAS DE PEAJE
En ese sentido, desde el ente se especificó que las estaciones de peaje y sus respectivas barreras son herramientas esenciales de seguridad, dado que regulan el tránsito a partir de las indicaciones directas de un operador que, de manera permanente, monitorea el flujo en el interior del viaducto desde la sala de control.
Las barreras son un mecanismo perfectamente sincronizado que le permite al túnel absorber el tránsito de cuatro vías para canalizarlo a solo una por mano en su interior, manteniendo una distancia de 30 metros entre vehículos a partir de un régimen de velocidad mínima y máxima que oscila entre los 40 y 60 Km/h. Es por este motivo que las mismas no pueden ser levantadas para permitir el paso a discreción de vehículos, como si ocurre en rutas y autopistas del país.
“Resulta indispensable comprender que en el tiempo de espera se está ejecutando todo un mecanismo que posibilitará a cada usuario llegar a destino de la mejor forma y en el menor tiempo posible”, recordaron.
LA MENOR SINIESTRALIDAD DEL MUNDO
Desde su habilitación en diciembre de 1969, circularon por el viaducto alrededor de 140 millones de vehículos. Sin embargo, el emblemático enlace interprovincial, figura entre los túneles bidireccionales con menor siniestralidad del mundo, según valores de admisibilidad del Comité Técnico de Explotación de Túneles de la Asociación Mundial de la Carretera (PIARC por sus siglas en inglés).
Esto se debe a que el enlace ha adoptado un esquema de funcionamiento basado en normativas europeas, donde la seguridad se piensa desde diversos puntos de vista.
CAPACIDAD DE GESTIÓN
Con una demanda de tránsito actual que ronda los 12 mil vehículos diarios – y picos de 70.000 durante los fines de semana festivos-, el túnel subfluvial exige una importante capacidad de gestión, tanto de mantenimiento como de atención, a cualquier incidente que implique una problemática para la circulación.
De esta forma, se prioriza la seguridad vial y la continuidad en la circulación, posibilitando así que cada usuario llegue a destino de la mejor forma y en el menor tiempo posible. Por esta razón las barreras de acceso al túnel no se levantan.
Finalmente, desde el ente biprovincial se remarcó que “a los fines de contribuir al ordenamiento vial y aumentar la seguridad, se realizarán operativos de control de vehículos y conductores, en coordinación con la Agencia de Seguridad Vial de Santa Fe y la Policía Caminera de Entre Ríos, y el acompañamiento de Gendarmería Nacional”.