A partir de esta decisión, los estados conservadores podrán restringir o eliminar la posibilidad de las mujeres de interrumpir un embarazo.
En un giro histórico, la Corte Suprema de Estados Unidos eliminó la garantía constitucional que había otorgado hace casi medio siglo a las mujeres para acceder a un aborto, abriendo la puerta para que los estados conservadores del país restrinjan o directamente eliminen la posibilidad de interrumpir un embarazo.
La Corte, dominada por una mayoría de seis jueces conservadores creada durante la presidencia de Donald Trump, revocó el fallo Roe vs. Wade de 1973 al decidir una demanda sobre una ley que restringió el aborto en Mississippi, uno de los estados férreamente republicanos del país que han intentado torcer la legislación.
El fallo representa uno de los giros más profundos que la Corte Suprema ha asestado en la jurisprudencia del país, y toca una de las discusiones más sensibles y candentes y que más divide al país. La decisión del máximo tribunal también coloca a Estados Unidos a contramano del mundo occidental, que en las últimas décadas se ha movido hacia la legalización del aborto.
“Roe estaba terriblemente equivocado desde el principio. Su razonamiento fue excepcionalmente débil y la decisión ha tenido consecuencias perjudiciales. Y lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto, Roe y Casey han inflamado el debate y profundizado la división”, escribió el juez, Samuel Alito, en la opinión de la mayoría del tribunal.
“Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”, indicó, en referencia al Congreso.